La ministra de Trabajo, y futura vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha retomado las conversaciones para hacer un cambio en la reforma laboral que hizo en su momento el PP. Hace un año ya se habían iniciado las conversaciones entre los sindicatos, los empresarios y el Gobierno, pero se suspendieron por la pandemia. En el último año todo ha cambiado radicalmente: tenemos cuatro millones de parados, un millón de personas en ERTE y muchos ceses de actividad de autónomos.

Yolanda Díaz quiere empezar a hablar de una contrarreforma en los puntos que más interesan a los sindicatos. Los sindicatos quieren que los convenios colectivos de las empresas dejen de prevalecer sobre los convenios sectoriales y quieren recuperar lo que se llama en el ámbito laboral la “ultraactividad de los convenios”. No parece que esos cambios sean en este momento los más urgentes ni siquiera los más convenientes. Bruselas los ha criticado.

Afortunadamente la ministra de economía, Nadia Calviño, que en principio manda más que Yolanda Díaz, dice que hay mirar al futuro no al pasado. Lo último que necesitamos en este momento es un cambio en la legislación laboral sin consenso entre los agentes sociales y con una alta carga ideológica. Lo que necesitamos es facilitar cuanto antes la creación de un millón de puestos de trabajo.