Iglesias se abona a la bronca

La coherencia política no parece el fuerte del Vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. Mientras su partido firmaba una carta en Bruselas para que las ayudas europeas se sometan al criterio de responsabilidad e los gobiernos que van a recibir los fondos, Iglesias acusaba en el Congreso al PP de traición a España, por haber pedido lo mismo en Europa. De hecho la carta que ha firmado el grupo parlamentario europeo al que pertenece Podemos también lleva la firma de los líderes de los grupos popular, socialista y liberal.

Lo que ha pedido el Partido Popular es algo tan lógico como que los 140.000 millones que España va a recibir de Europa estén sometidos a una supervisión para garantizar que se destinen a paliar las necesidades reales de nuestra economía, con una prioridad en aquellos sectores más golpeados por la crisis.

Iglesias es un provocador nato que se mueve a gusto en el barro de la batalla dialéctica, pero hay líneas que no se pueden cruzar. Una de ellas es acusar de “traición a España” al principal grupo de la oposición, más aún cuando desde el gobierno se lanzan continuas invocaciones a la unidad. Además en este caso el argumento era tan endeble como de corto recorrido. España necesita recibir la ayuda europea para salir de una crisis que va a ser muy dura, y para eso hace falta que gobierno y oposición demuestren rigor y altura de miras. Todo lo contrario de unas salidas de tono propias de aprendiz de revolucionario.