Las inaceptables declaraciones del párroco de Lemona en el documental “Bajo el silencio”, de Iñaki Arteta, han provocado que la Asociación Dignidad y Justicia haya presentado en la Audiencia Nacional una querella contra este sacerdote al estimar que sus palabras justifican a ETA y humillan a las víctimas.

El Consejo Episcopal de la diócesis de Bilbao afirma en una nota precisa y contundente que esas declaraciones en modo alguno reflejan la posición de esa diócesis y de su clero sobre los atentados de ETA y sobre sus víctimas. Las palabras de este sacerdote están en flagrante contradicción con la inequívoca condena del terrorismo de ETA por parte de la Iglesia, tanto en el País Vasco, como de forma colegial en la Conferencia Episcopal Española. La nota explica que los ministros de la Iglesia deben manifestar y expresar siempre en el ejercicio de su ministerio de modo nítido la doctrina de la Iglesia y de modo particular sobre estas cuestiones que tanto sufrimiento generan.

El Administrador apostólico de Bilbao, monseñor Mario Iceta, y su Consejo Episcopal, aclaran en el comunicado que “ninguna lectura histórica de lo sucedido en décadas precedentes justifica ni puede pretender explicar los asesinatos de ETA. La cercanía, el acompañamiento personal y espiritual a las víctimas debe ser la prioridad pastoral de la Iglesia. Por eso este sacerdote debe hacer frente a su responsabilidad y a las consecuencias que de ella deriven.