Firmeza y serenidad

Los llamados Comités de Defensa de la República, brazos del independentismo catalán, están intentado que este uno de octubre vuelva a suceder lo que ya ocurrió el año pasado: quieren convertir el aniversario del falso referéndum que estuvo en el centro del intento de secesión en una ocasión para alterar el orden público. La actuación de los CDRs se produce cuando un juez está investigando en la Audiencia Nacional si un grupo de los radicales violentos estaban a las órdenes de órganos de la Generalitat presidida por Torra.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha advertido que en estas circunstancias se puede aplicar el artículo 155, ya utilizado para responder a una desobediencia manifiesta del orden constitucional. El PP, por su parte, ha defendido la aplicación de la Ley de  Seguridad Nacional. Gobierno y oposición constitucional deben ponerse de acuerdo en la herramienta jurídica más conveniente para afrontar, cuando sea pertinente, una voluntad persistente y extrema de no acatar el Estado de Derecho.

La situación es preocupante y requiere serenidad y firmeza. Pero también es diferente a la de hace dos años. Ya sabemos que no se acaba el mundo por aplicar el 155 de la Constitución. El intento de secesión se ha frenado y el independentismo está divido y sin ruta.