El Papa Francisco ha hablado alto y claro en la Pre-Cumbre de la ONU sobre sistemas alimentarios, inaugurada hoy en Roma. En un mensaje dirigido al secretario general, Antonio Guterres, el Papa ha recordado que el hecho de que hoy día siga habiendo hambre en el mundo supone un verdadero escándalo, un crimen que viola los derechos humanos básicos y una injusticia que todos tenemos el deber de extirpar mediante acciones concretas y buenas prácticas.

El objetivo del “hambre cero” necesita valentía, porque requiere una nueva mentalidad y un enfoque integral. Hay que diseñar sistemas alimentarios sostenibles y que mantengan la dignidad de la persona humana y hay que convertir a la familia en un componente esencial de esos sistemas, porque como señala el papa, es en la familia donde se aprende a disfrutar del fruto de la tierra sin abusar de él y se descubren las mejores herramientas para difundir estilos de vida respetuosos con el bien personal y colectivo.

Parece un sueño, pero tenemos cada uno la responsabilidad de que se haga realidad un mundo en el que el pan, el agua las medicinas y trabajo fluyan en abundancia y lleguen primero a los más necesitados. Así pondremos las bases para construir una sociedad pacífica y próspera y sembrar semillas de paz que permitan caminar hacia una auténtica fraternidad.