Discurso de fractura

Esta mañana ha tenido lugar la celebración de la Pascua Militar presidida por el Rey Felipe VI en unas circunstancias particulares: entre las dos votaciones de la investidura de Sánchez y después de que Bildu haya atacado al Jefe del Estado sin que el candidato socialista lo defendiera. El debate de investidura que tuvo lugar durante el fin de semana ha mostrado lo profundas que son las cesiones de Sánchez.

El PSOE parece haber dado un paso atrás en su ideario constitucionalista y en las políticas que le eran más propias. Podemos, el que será socio minoritario de Gobierno, dicta la posición ideológica del futuro Ejecutivo. Es Podemos quien marca el paso. Y por eso Sánchez ha prometido una contrareforma laboral, una subida de impuestos y una expansión del gasto, todas ellas fórmulas muy poco convenientes para una economía como la española en clara desaceleración. En el debate de investidura se vio que la sensibilidad de la formación morada ha colonizado y fagozitado al PSOE. Los socialistas están dispuesto a renunciar a un programa para todos los españoles y asumen como propio un posicionamiento de fractura y enfrentamiento social: derecha contra izquierda, ricos contra pobres, España vaciada contra España, España de las ciudades, mujeres contra hombres, españoles seculares contra españoles postseculares. Podemos señala a ciertos sectores y los califica de antiEspaña, Podemos resucita la fractura previa a la transición y Sánchez asume esta posición.

Sánchez asume además, a cambio de la abstención de ERC, el discurso del independentismo catalán y blanquea a Bildu que no ha pedido perdón por los crímines de ETA.