Democracia y Libertad

Michael Ignatieff es un filósofo que en su vida profesional ha combinado de manera magistral la comunicación, la acción política y el pensamiento filosófico. Su contribución a la vida pública en las tres áreas citadas le ha merecido el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2024. Ignatieff ha dedicado su obra filosófica a la cuestión del nacionalismo, el liberalismo, la democracia y la violencia política. Y esta semana, en Madrid e invitado por la Fundación Areces, Ignatieff ha podido hablar de todas estas cuestiones en una Conferencia titulada “La democracia en las urnas: cuando el sistema se convierte en el objeto del debate”.

Como buen liberal y demócrata, Ignatieff se ha posicionado siempre frente a las reivindicaciones independentistas. Su profundo conocimiento del nacionalismo le hace ser un firme defensor de la integración de las diferencias culturales, lingüísticas e históricas que explican la realidad de países como España o, con las oportunas diferencias, de Canadá. No teme a la diferencia, pero discrepa de las tesis identitarias que, junto con las derivas populistas, amenazan la pervivencia de la democracia liberal representativas. Escuchar y leer a Ignatieff invita a pensar sin dogmatismos al tiempo que sus reflexiones y sus obras dotan de criterios para juzgar con objetividad a quienes hoy, como en otros momentos recientes de la historia, intentan vaciar la democracia de contenido para socavar su naturaleza más propia que no es otra que la libertad.