En esta inusual Semana Santa en la que las procesiones van por dentro, la voz del Papa se alza a través de las dramáticas noticias sobre la pandemia del coronavirus. Francisco ha querido dirigir un video mensaje a cuantos sufren los efectos de la enfermedad, que es como decir a todo el mundo, para mostrarles su cercanía y afecto, además de rezar para que el Señor nos libre pronto del mal que nos asfixia. Al dar las gracias a cuantos están confinados, el Papa nos pide paciencia y generosidad, y recomienda ofrecer gestos de ternura en especial con los niños, ancianos y personas que están más solas, ya sea a través del teléfono ya mediante las redes sociales.

El reclamo del Papa se centra en dar todo su sentido a estos días tan señalados de Semana Santa, en los que Cristo muestra con su Pasión el infinito amor de Dios por cada hombre y mujer, y asume todo el peso del dolor que aflige a la humanidad. No olvida en su mensaje a los hospitalizados, a los que no tienen un hogar que los proteja, a los que exponen su vida para curar la pandemia o para garantizar los servicios esenciales a la sociedad. “¡Cuántos héroes, de todos los días y a todas las horas!”, exclama el Papa, que también tiene presentes a quienes están pasando ya apuros económicos y están preocupados por el trabajo y el futuro. Como un padre de familia, Francisco pide a sus hijos que acudan a la creatividad del amor, que será una fuente para generar esperanza, “esperanza de un tiempo mejor en el que también nosotros podamos ser mejores”.