El Secretario General de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, ha concedido una entrevista a la agencia Europa Press en la que repasa diversas cuestiones de actualidad social y eclesial. Con particular atención se ha referido al tiempo que nos toca vivir, en el que a veces resulta heroico formar una familia, a pesar de ser la institución más valorada. Ni el ambiente secularista ni la precariedad laboral lo propician, lo que se refleja en unos índices de natalidad muy bajos. Esto debería ser suficiente para promover políticas sociales de apoyo a la familia y a la maternidad, que concilien adecuadamente vida laboral y familiar, y que tengan en cuenta también a los mayores, cuya experiencia y sabiduría son auténticos pilares sobre los que se edifica y sostiene la familia.

Todo lo contrario de lo que promueven iniciativas como la denominada Ley LGTBI, impulsada por Unidos Podemos, que bajo la apariencia de proteger derechos de las minorías, trata en realidad de imponer a todos una determinada concepción del hombre y de la vida. Quienes desde el sectarismo ideológico tratan de recluir la voz de la Iglesia al ámbito privado, olvidan el derecho de los católicos, en cuanto que ciudadanos con los mismos derechos y deberes de los demás, a participar y a incidir en la esfera pública. Es imprescindible, como ha señalado el portavoz de los obispos, que la sociedad civil tome más y mejor la iniciativa, y que no lo deje todo en manos de los partidos políticos, que son tan necesarios como insuficientes para conformar una sociedad cada vez más justa.