Sánchez en el país de las maravillas

El prestigioso diario “The Economist” afirma que Sánchez vive con los días contados y que su Gobierno es un pato cojo. Es el enésimo retrato de una situación que ya es un clamor internacional. Sin embargo, Sánchez, tozudo en su afán de ir contra la realidad, se empeña en su huida hacia delante. Hoy ha hecho balance de su último medio año en el Gobierno y para él, no solo es que España mejore, es que somos un modelo de éxito seguido en todo el mundo. Vive acosado por la corrupción, pero ha pasado de puntillas sobre ella. Ha presumido de cifras económicas cargadas de medias verdades, y se ha apuntado incluso las cifras de los turistas que llegan a nuestro país. También ha criticado de nuevo, hasta en tres ocasiones, a los medios de comunicación y ha presumido de Ley de amnistía, por mucho que Europa le esté sacando los colores sobre el tema casi a diario. Para rematar el despropósito, ha dicho que, aunque los Presupuestos sigan sin salir adelante, piensa seguir gobernando sin ellos, ya que para eso están, según sus propias palabras, los fondos europeos.

El daño causado a las instituciones es de tal calibre que no bastarán cambios cosméticos, ni unos ajustes económicos para que las cuentas mejoren. Feijóo parece que lo sabe, y sus palabras de hoy, hablando de “limpieza total” han ido en ese sentido. El desafío es enorme, no se trata solo de emprender reformas sino de sanar una democracia que se deteriora a pasos agigantados mientras Sánchez sigue atado a los proyectos de unos socios que trabajan contra la España constitucional.