Sánchez elude respuestas clave en un bronco interrogatorio
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Madrid - Publicado el - Actualizado
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La comparecencia del presidente Sánchez en el Senado, ante la comisión que investiga el caso Koldo, era una fecha marcada en rojo en el calendario político, tanto para el Gobierno como para la oposición. El conjunto de casos de corrupción que rodean a Pedro Sánchez, así como su proximidad personal y orgánica con sus secretarios de organización, había generado una enorme expectativa. El Partido Popular llevaba mucho tiempo reservando esta bala de plata, y el círculo más cercano al presidente era plenamente consciente del riesgo que entrañaba una comparecencia de este tipo. Desafortunadamente, son muy pocas las cuestiones que han llegado a aclararse tras el interrogatorio.
En primer lugar, Sánchez ha eludido responder con claridad a las preguntas que se le formulaban. El líder socialista ha recurrido a su argumentario habitual, aludiendo a una supuesta “máquina del fango” y desacreditando informaciones veraces. Al mismo tiempo, ha contraatacado casi siempre en su turno de réplica y, en demasiadas ocasiones ha evitado responder a lo que realmente se le preguntaba.
Esta estrategia era perfectamente previsible, y esta era una ocasión privilegiada en la que el presidente solo podía salir o bien fortalecido, o bien debilitado. La actitud de Sánchez resulta reprobable, pues incluso llegó a faltar al respeto a la institución calificando la comisión de “circo”. Sin embargo, los senadores de Vox y del PP deberían haber previsto esta reacción y podrían haber articulado un interrogatorio mucho más eficaz e inquisitivo.
 
                 
                         
             
                    



