Puigdemont se adelanta al curso político
Escucha la línea editorial de este sábado, 23 de agosto

Madrid - Publicado el - Actualizado
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El expresidente de la Generalidad de Cataluña y prófugo de la justicia española, Carles Puigdemont, ha aparecido en escena para lanzar una mensaje, en forma de amenaza política, a Pedro Sánchez, una forma de calentar motores para el nuevo curso político. En una conferencia pronunciada en una localidad al sur de Francia, Puigdemont ha señalado que en octubre “pasarán cosas que no han pasado hasta ahora” si no se cumplen los acuerdos con Sánchez. Y ha añadido que ya ha tenido suficiente tiempo.
El papel protagonista del líder de Junts en la política española sólo es posible por la ambición desmedida de un presidente del Gobierno de España que en su día prometió que traería de vuelta a Puigdemont esposado. La dependencia de Sánchez del político nacionalista ha puesto al servicio de Puigdemont no sólo al Gobierno, también al parlamento con una ley de amnistía hecha a medida del prófugo de la justicia. En ese inmoral trueque entre Sánchez y Puigdemont, en el que está en juego la dignidad del Estado, el líder de Junts es conciente que es mucho lo que todavía puede conseguir de un Pedro Sánchez debilitado y acosado por los casos de corrupción de su entorno más inmediato.
Que sea el Presidente del Gobierno el que está blanquenado a quien puso en riesgo la unidad de España implica una burla a los españoles, que asisten perplejos a este permanente intercambio de intereses alejado de toda preocupación por el futuro de una convivencia común y de un proyecto de auténtico progreso para España. La pretensión de Pedro Sánchez de gobernar a toda costa, impidiendo que haya una alternancia de poder, está asentada en una dependencia crónica perniciosa de un prófugo de la justicia al que España le interesa bien poco.