Una oportunidad para una paz ardua
"Trump ha presentado un plan de paz para la Franja de Gaza que ha sido aceptado por Netanyahu y que, en líneas generales, ha sido bien acogido por la comunidad internacional"

Escucha la línea editorial de la tarde del martes 30 de septiembre de 2025
Madrid - Publicado el
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Donald Trump ha presentado un plan de paz para la Franja de Gaza que ha sido aceptado por Netanyahu y que, en líneas generales, ha sido bien acogido por la comunidad internacional. Después de las ocurrencias estrambóticas que el propio Trump había aventado, en esta ocasión ha realizado una propuesta sensata que incluye un plan de 21 puntos para reconstruir la zona, con una Gaza desradicalizada y sin terrorismo, con la exigencia del final inmediato de las hostilidades, la garantía de que llegue la ayuda humanitaria mientras se continua con la reconstrucción, la retirada gradual de Israel de la zona y la entrega de todos los rehenes por parte de Hamás en un plazo no superior a las 72 horas. Después se establecería un gobierno provisional técnico de palestinos con el soporte de líderes internacionales y se establecería una fuerza militar árabe para garantizar la seguridad en la Franja. Lo verdaderamente decisivo ahora es la respuesta de Hamás, que no podrá tener ningún rol en la futura Gaza, pero a cuyos militantes se ofrece también una salida digna. Todo se ha complicado en exceso en un conflicto que se arrastra desde hace 100 años, que han vuelto a avivar los terroristas de Hamás, y al que el Israel de Netanyahu ha respondido desproporcionadamente generando una enorme tragedia en Gaza.
Ojalá que este plan de paz suponga un verdadero punto de inflexión. No va a ser fácil porque, aunque cesen las hostilidades, quedan muchas heridas por sanar y tremendas desconfianzas por superar. Como ha dicho recientemente el Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, la respuesta a todo este dolor sólo puede germinar desde abajo, y serán precisamente los mansos de corazón, los hombres y mujeres justos de una y otra parte, los que permitan crear un tejido sobre el que reconstruir. Y eso va a llevar tiempo, mucho tiempo.