La "nueva política" de Macron necesita alianzas

La República en Marcha, el recién creado partido con el que Emmanuel Macron concurrirá a las legislativas francesas en poco más de un mes, dio ayer una lista de candidatos. La primera sorpresa fue que no figura el nombre del ex primer ministro Manuel Valls, pese a que, de facto, formará parte del bloque presidencial, que no presentará candidato en su circunscripción. Caben varias interpretaciones, desde que no puede haber más que un gallo en el corral, hasta la calculada estrategia de tender puentes a izquierda y derecha, pero distanciándose de lo que los macronistas llaman «la vieja política». Humillación similar ha recibido el conservador Bruno Le Maire, que igual que Valls se precipitó al autoproclamarse candidato a diputado por En Marcha. La nueva formación hace bandera de candidatos independientes y con experiencia profesional, consciente del hartazgo de la opinión pública con los partidos tradicionales. Pero la realidad es que para impulsar sus reformas, Macron necesita el apoyo de un partido en la Asamblea Nacional con capacidad de tejer alianzas. Problemas no faltan, ni tampoco resistencias al cambio. Aunque quizá el mayor reto para el nuevo presidente es la falta de un diagnóstico claro y ampliamente compartido. Lo que reflejan los votantes en Francia, como en otros lugares, es un malestar agudo pero de causas difusas. Encauzar esos sentimientos hacia un proyecto político reformador no será sencillo.