Ya está en marcha la elección de Pedro

Hoy concluyen los nueve días de celebraciones en sufragio del Papa Francisco. Las miradas están puestas en el cónclave que, a partir del miércoles, elegirá al próximo Obispo de Roma. La expectación es máxima. El Pontífice es el sucesor del apóstol Pedro y una autoridad moral a la que mira el mundo. La dinámica de la elección, en la Capilla Sixtina, remite a una tradición multisecular que genera curiosidad y alimenta fantasías, algunas con notorio éxito literario y cinematográfico. Sin negar la trascendencia de lo sucederá entre muros hasta que emerja la fumata blanca, estos días tienen lugar los debates decisivos que decantarán la elección. Con el colegio cardenalicio más internacional de la historia, las Congregaciones Generales previas al cónclave permiten a los electores conocerse mejor. Son también el marco para debatir sobre los retos en la Iglesia y el mundo, tarea facilitada por la dinámica del Sínodo de la Sinodalidad, que ha ofrecido ese tipo de diagnósticos en cada continente. El diálogo ayuda a discernir qué cualidades se necesitan en el próximo Papa y pueden también marcar prioridades de su Pontificado, como ha sucedido estos años, en los que Francisco ejecutó demandas de los cardenales como la reforma de la curia o la mayor implicación de las Iglesias locales. No es un secreto que existen diferentes acentos y sensibilidades. Se expresan con toda libertad, sin menoscabo del clima general de fraternidad y arropados de la oración de toda la Iglesia, cuya misión es siempre anunciar el Evangelio, construyendo a partir del rico legado que cada pontificado y cada generación deja a la siguiente.