Jornada Mundial de los Pobres: conversión y justicia social
El Papa incide en la ayuda al pobre como “una cuestión de justicia, antes que de caridad”, o la superación de cualquier enfoque de corte asistencialista

Escucha la Línea Editorial del domingo 16 de noviembre
Madrid - Publicado el
1 min lectura1:31 min escucha
“Los pobres no son una distracción para la Iglesia, sino los hermanos y hermanas más amados”. Tampoco “son objetos de nuestra pastoral, sino sujetos creativos que nos estimulan a encontrar siempre formas nuevas de vivir el Evangelio”. Estos son algunos de los puntos centrales del mensaje de León XIV para la Jornada Mundial de los Pobres, que celebra hoy la Iglesia. El Papa incide en subrayados centrales en sus primeros seis meses de pontificado. Entre ellos, la ayuda al pobre como “una cuestión de justicia, antes que de caridad”, o la superación de cualquier enfoque de corte asistencialista.
En España, la Conferencia Episcopal y Cáritas han hecho suyas estas inquietudes en un mensaje que se hace eco de la reciente publicación del Informe Foessa y de la progresiva precarización de muchas familias, hasta ahora de clase media, desplazadas hacia situaciones de exclusión y riesgo de exclusión. Esta dimensión está muy presente en el Mensaje del Papa, pero León XIV afirma también que “la pobreza más grande es no conocer a Dios”, y propone como ideal la pobreza evangélica de quienes no ponen sus esperanzas en el “tener” ni en el “poder”. No es un añadido piadoso, sino la clave que permite entender la propuesta de la doctrina social de la Iglesia, en primer lugar, como camino de conversión personal que conduce a una vida más coherente y comprometida en clave evangélica. La justicia social es un fruto de esa conversión.



