Inaceptable presión al poder judicial
A lo que se añade una campaña de desprestigio contra una serie de jueces con el falaz argumento de que están haciendo política con sus pesquisas

Escucha la Línea Editorial del viernes 26 de septiembre
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Según publica el diario ABC, la airada reacción del presidente del Gobierno ante la decisión del juez Peinado de llevar a Begoña Gómez ante un jurado popular ha traspasado una línea roja. En una huida hacia delante que expresa no poca desesperación, desde el Gobierno se ha presionado al Consejo General del Poder Judicial para que procediese a imponer medidas disciplinarias al juez Peinado, del que habrían llegado a decir que hay que “pararle los pies porque está ridiculizando a las instituciones”. Parte de estos movimientos llevan la firma del ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que ha interpuesto además dos quejas contra el instructor del caso Begoña Gómez.
El Gobierno está ejerciendo una presión inaceptable sobre el poder judicial, a la que se añade una campaña de desprestigio contra una serie de jueces con el falaz argumento de que están haciendo política con sus pesquisas. El respecto escrupuloso a la división de poderes y a la autonomía judicial es una condición del buen funcionamiento de la democracia. Tan garantista es el sistema respecto a la defensa de los derechos de los imputados como seguro en los procedimientos reglados de recusación y denuncia. El magistrado Juan Carlos Peinado se ha sometido reiteradas veces al escrutinio tanto de la Audiencia Provincial de Madrid como del Tribunal Superior de Justicia de esta Comunidad. La mejor defensa de la esposa del presidente del Gobierno se debe hacer en sede judicial, no en otros foros de poder con presiones autoritarias.