¡Feliz cumpleaños, León XIV!
El Papa sabe bien que, como nos ha recordado este mismo domingo, la cruz no es un signo de derrota, sino el mayor testimonio del amor de Dios, porque en la cruz se cumple la promesa de salvación

Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Papa León XIV ha cumplido este domingo 70 años. Desde todo el mundo han llegado multitud de mensajes de felicitación con los mejores deseos para una figura que, como sucede siempre con el Papa, trasciende el ámbito estrictamente católico. Por primera vez en sus siete décadas de vida, Robert Prevost no lo celebra solo con su comunidad agustiniana, con sus más estrechos colaboradores de la Curia o con sus diocesanos. Ha habido fiesta en la plaza de san Pedro, se le ha cantado el cumpleaños feliz por todo el mundo en las redes sociales, y lo han hecho hasta representantes de las comunidades cristianas que celebraban un acto ecuménico en la basílica de san Pablo Extramuros para honrar la memoria de 1600 mártires del último cuarto de siglo.
El Papa, que cumple años el día de la Exaltación de la Santa Cruz, sabe bien que, como nos ha recordado este mismo domingo, la cruz no es un signo de derrota, sino el mayor testimonio del amor de Dios, porque en la cruz se cumple la promesa de salvación: allí donde el sufrimiento parecía tener la última palabra, brota la vida eterna para todo el que cree. Esta verdad se manifiesta de forma preclara en el martirio, que nos interpela con el ejemplo de tantos como a lo largo de la historia se entregaron por entero, por amor a Cristo, hasta dar incluso la propia vida.
Damos gracias a Dios por la vida fecunda del Papa León XIV y pidamos para que el Señor le siga confortando en su ministerio, al frente de la barca de Pedro, que nos ha venido a traer, como dijo en sus primeras palabras recién elegido Papa, la paz de Cristo resucitado. En Cristo vemos cómo un medio de muerte ha sido transformado en medio de vida y cómo la cruz nos invita a acoger ese amor y hacerlo vida concreta, para que también nosotros sepamos donarnos los unos a los otros, como Él se ha donado enteramente a todos.