Estados Unidos vota en la ONU junto a Corea del Norte
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Madrid - Publicado el
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Parece que el exabrupto de Donald Trump insinuando que era Ucrania quien había empezado la guerra, no fue un desliz. Por primera vez, Estados Unidos ha impulsado una resolución descafeinada en la ONU que beneficia a Rusia y para la que ha logrado el apoyo de 10 países del Consejo de Seguridad. Todo para hacer un obsceno ejercicio de equilibrismo y evitar llamar “agresor” a Rusia. Es verdad que finalmente no salió adelante una enmienda rusa que planteaba el eufemismo de las causas subyacentes al conflicto, una fórmula habitualmente utilizada por el Kremlin para justificar la invasión. Pero el esperpento de la resolución culmina sin exigir respeto a la soberanía y a la integridad de Ucrania. En una de las resoluciones más escuetas que se recuerdan, se limita a hablar de un conflicto entre Ucrania y la Federación de Rusia, implora un fin rápido y urge a una paz duradera. Las enmiendas europeas, presentadas por Francia, en nombre de 23 países miembros de la Unión y del Reino Unido, planteaban en cambio una defensa explícita de la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.
Que algo está cambiando en el tablero de la geopolítica mundial parece claro. Estados Unidos quiere poner el foco en el Indo-Pacífico y suelta amarras respecto de su alianza con Europa, vigente desde la II Guerra Mundial. Hasta ahí llegamos. Pero produce tristeza y enorme preocupación ver cómo los Estados Unidos hacen frente común en la ONU con países como Corea del Norte y China para no desairar a un déspota invasor como Putin.