LÍNEA EDITORIAL
IX Cumbre de las Américas
La emigración centroamericana es un acuciante que requiere de una atención preferencial y específica

Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente Biden ha inaugurado la IX Cumbre de las Américas. Con la ausencia de Venezuela, Cuba y Nicaragua, veinte jefes de Estado se han dado cita en la ciudad de Los Ángeles. Estados Unidos ha excluido a tres Gobiernos dictatoriales y eso ha motivado que otros presidentes, entre los que destaca López Obrador, hayan declinado la invitación.
La administración Biden quería relanzar la agenda en materia de economía, salud, crisis climática, inseguridad alimentaria y migración. Súmese a eso la propuesta financiera en materia de inversiones por un importe que rondaría los 2.000 millones de dólares, la creación de una Asociación de las Américas para la prosperidad económica y planes concretos de inversión destinados a países como Honduras, Guatemala y El Salvador.
La emigración centroamericana es un acuciante que requiere de una atención preferencial y específica, aunque no solo. Los movimientos migratorios forzados por razones económicas y de seguridad aquejan a toda América Latina. Los jóvenes emigran por falta de oportunidades, también en países como Argentina. Las familias se disgregan en busca de posibilidades y los menores crecen alejados de sus padres. A eso se suman los riesgos derivados de una emigración desregulada que expone al tráfico de seres humanos a cientos de miles de ciudadanos y compromete la seguridad de las fronteras. Fortalecer la democracia, una de las demandas de esta Cumbre, pasa por fortalecer la cohesión social y trabajar por reducir las enormes desigualdades sociales.



