Una amenaza existencial
"Hace dos semanas, en el Estado mexicano de Jalisco, fue encontrado un campo de exterminio y adiestramiento con hornos crematorios y restos humanos"

Escucha la línea editorial de la mañana del miércoles 26 de marzo de 2025
Madrid - Publicado el
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Hace dos semanas, en el Estado mexicano de Jalisco, fue encontrado un campo de exterminio y adiestramiento con hornos crematorios y restos humanos. En México se han constituido grupos de madres, padres, familiares y no familiares que buscan entre las piedras restos de sus hijos, amigos o vecinos desaparecidos. Cada día, en México, mueren asesinadas unas 16 mujeres. El crimen organizado extorsiona, tortura y mata. Y no es solo el narcotráfico, sino también la explotación sexual, el tráfico de órganos y de personas y la trata de seres humanos. Las imágenes de Jalisco han dado la vuelta al mundo. Se vieron fotos de hornos crematorios y pares de zapatos alineados. El Gobierno intentó escurrir el bulto, desprestigiar a los buscadores y llegó a negar que se hallaran restos humanos.
En el Estado de Zacatecas se ha descubierto un laboratorio clandestino que producía 27 toneladas de metanfetaminas. Es innegable que seis años de “abrazos y no balazos”, lema de López Obrador, ha favorecido la expansión del narco. Trump ha abierto la caja de los truenos y ha hablado de connivencias de AMLO con el narco. La presidenta Sheinbaum defiende a su protector, pero se
ve obligada a hacer concesiones a Trump, aunque no será él quien libere a México. Tampoco lo harán quienes pretenden resucitar los modos del PRI. La oposición carece de líderes. Solo el pueblo mexicano, la universidad, la iglesia y la sociedad civil en general pueden plantar cara a la impunidad. Solo la resistencia ciudadana podrá salvar a México. Ni será inmediato ni será sin grandes sacrificios. El crimen organizado es una de las primeras amenazas con las democracias y contra las sociedades decentes.