La negociación del pacto presentado el pasado septiembre por Bruselas para desbloquear de una vez por todas la reforma migratoria en la Unión Europea (UE) se ha atascado nada más empezar, con lo que corre el riesgo de provocar una nueva división entre los países en primera línea y los contrarios a reubicar a solicitantes de asilo.
El enorme aumento de las llegadas de pateras a Canarias en los últimos meses y la situación en la isla de Lesbos, donde casi 8.000 personas esperan en un campo provisional sin protección para afrontar la llegada del frío, son los dos últimos ejemplos de lo acuciante que es resolver este asunto, convertido en una de las prioridades para la Comisión que preside Ursula von der Leyen.