Un niño de dos años le quita el móvil a su madre a escondidas y pide 31 hamburguesas con queso
La madre se dejó el móvil desbloqueado y el niño aprovechó un despiste para encargar comida online

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una madre de Texas cometió un terrible error después de dejarse su móvil desbloqueado cerca de un niño de 2 años, que aprovechó para encargar 31 hamburguesas de McDonalds.
Kelsey Golden, una trabajadora de marketing, estaba transfiriendo fotografías desde su móvil a su ordenador, por lo que el dispositivo estaba sin bloquear. El niño disfruta de utilizar la cámara del móvil para mirar su propio reflejo, tal y como ha explicado la propia Golden a la CNN, que asegura que el pequeño prefiere ese entretenimiento antes que dedicarse a jugar a algún videojuego.
El pequeño Barrett "empezó a tocar la pantalla, moviendo el móvil como si su brazo fuera una montaña rusa". Al rato, a Kelsey le llegó una notificación que decía que su pedido estaba tardando más de lo esperado. Kelsey se sorprendió, porque no había pedido nada.
"De repente, estaba jugando con el pequeño Barrett en el porche y un coche se para encima de casa. Voy hacia él y saca una bolsa gigante de McDonalds y pregunta '¿Son aquí las 31 hamburguesas con queso?'". Kelsey pensó que el repartidor se había equivocado, pero al recordar la notificación en su teléfono empezó a atar cabos. "Mire mi móvil y vi que había hecho un pedido mientras jugaba con el teléfono".
Podría haber sido una excusa para saltarse la dieta y disfrutar de una comilona familiar, pero, lamentablemente "a nadie en la familia le gustan las hamburguesas con queso".
La madre decidió poner un anuncio en su cuenta de Facebook para intentar dar salida a la comida, e inmediatamente tuvo respuestas:
"Una mujer embarazada se acercó y dijo que quería seis de ellas". También repartió algunas entre sus vecinos. El pedido costó unos 92 dólares en total, ya que Barrett decidió dejar una propina muy generosa del 25 por ciento.
La historia se ha hecho tan viral que la propia cadena de comida rápida invitó a la madre y el hijo a un encuentro con los trabajadores del restaurante, en el que pudo conocer a las mascotas, hacerse fotos y comer.