El barco de la ONG española Open Arms, con 121 personas entre las que se encuentran 32 menores, fue rescatado hace cinco días en el mar Mediterráneo y corre el riesgo de ser el detonante de otro periodo de tensión diplomática en la Unión Europea. El viernes, el Gobierno italiano firmó un documento en el que prohibía a la nave su ingreso en aguas italianas. 

Según informa el periódico ABC, Malta es el último país en rechazar la entrada del buque español en sus aguas territoriales. La preocupación de la ONG es evidente, tras aprobar en el Senado italiano una ley de seguridad, dirigida en concreto contra sus barcos de rescate. "Difícil encontrar palabras para explicar a las personas a bordo que haberlas salvado tiene un precio: un millón de euros", escribió Open Arms en Twitter. 

El decreto de seguridad bis de Salvini hoy se ha convertido en ley.
1.000.000 de euros de multa si un barco humanitario como el #OpenArms entra en aguas territoriales italianas. Todo por “seguridad”. Seguimos.#antespresosquecomplices https://t.co/rS7B0935iD pic.twitter.com/OJHfqAKH1O

— Open Arms (@openarms_fund) 5 de agosto de 2019

La situación del barco cada vez es más delicada y el fundador de la ONG, Óscar Campos, pide la intervención de la Unión Europea y afirma que las personas que se encuentran a boro de la nave "tienen necesidad de asistencia médica y psicológica inmediata".