Las explosiones repentinas de dispositivos tecnológicos comienzan a ser un hecho bastante habitual. La última emergencia ha tenido lugar en Michigan, Estados Unidos, donde un cargador de un teléfono móvil ha provocado unas graves quemaduras a una joven de 19 años.

Al parecer, el cargador, que era genérico, produjo la quemadura al entrar en contacto con un collar que llevaba la afectada. En principio, la mujer se encontraba tumbada en su cama, con el cargador conectado a la corriente de la pared pero no al móvil. El final del cable y el dispositivo estaban debajo de la almohada sobre la que se encontraba acostada. De esta manera pudo generarse el terrible final.

La joven sintió una intensa quemadura alrededor de su cuello que le generó un dolor punzante. Comunicó lo ocurrido a sus padres, y estos, la trasladaron rápidamente a un centro hospitalario de la ciudad con la impactante quemadura.

Según el informe médico, se le diagnosticó una “quemadura parcial de segundo grado”. La mujer fue tratada con morfina para calmar su dolor. Como decimos, los especialistas creen que la descarga tuvo lugar al entrar en contacto con su collar.

La Dra. Carissa Bunke, autora principal del informe, comentó ante los medios la cotidianidad de estos accidentes, que se han hecho muy comunes entre los más jóvenes. “Se les debe recomendar que no duerman con sus dispositivos móviles o tablets cargando en la cama y eviten dejar el cargador enchufado cuando no esté conectado”, comentó la doctora.

Las palabras de la doctora son un claro ejemplo de los casos a los que tienen que hacer en los centros médicos por este tipo de accidentes con elementos tecnológicos, que de no manipular con el debido cuidado, pueden llegar a ser realmente peligrosos.