El día de Navidad se produjo el incendio de una iglesia del Siglo XIX, que comenzó mientras se estaba celebrando misa, se está investigando como un caso de vandalismo con agravantes.

La iglesia de madera de Rautjärvi, cerca de la frontera suroriental de Finlandia con Rusia, fue destruida por completo en un fuego que fue advertido por el párroco mientras decía misa ese domingo por la mañana.

Entre 30 y 40 feligreses que se hallaban presentes pudieron abandonar a tiempo el edificio histórico y nadie fue herido en el incendio, que comenzó cerca de la puerta principal del edificio y se extendió con gran rapidez, según la televisión pública finlandesa.

Al día siguiente el comisario criminal Mika Salminen en una rueda de prensa en la localidad de Kouvola, en las puertas laterales de la iglesia habían sido colocadas cuerdas, según observaron testigos presenciales.

La policía cree que el objetivo era impedir la salida de los feligreses, atrapándoles dentro del edificio.

La policía no tiene dudas de que el incendio fue provocado y se sospecha de un hombre de entre 60 y 80 años de edad que murió más tarde en otro incendio en una vivienda particular situada a unos 30 kilómetros de distancia. Se ha pedido atención a las iglesias cercanas por una posible réplica de esta acción.

Los agentes han recogido ya docenas de testimonios con el fin de determinar si ambos incendios están relacionados.

Las llamas se extendieron con tal rapidez que cuando llegó el servicio de bomberos no fue posible hacer nada para apagar el incendio.

Además, la policía ha pedido a la ciudadanía informaciones sobre un posible sospechoso y su vehículo, aunque no ha aclarado si se trata del mismo hombre que fue hallado muerto después de que se incendiase su vivienda.