El Gobierno de Estados Unidos ha ampliado este viernes su lista de sanciones sobre Cuba con nuevos nombres, en concreto los de Romarico Sotomayor García y Pedro Orlando Martínez Fernández, altos cargos del Ministerio del Interior, así como las Tropas de Prevención de las Fuerzas Armadas, por "abusos" contra manifestantes pacíficos.

Los de este viernes son ya los terceros castigos dictados por la represión de las protestas iniciadas en julio en la isla y podrían no ser los últimos. "El Departamento del Tesoro seguirá señalando aquellos que ayuden al Gobierno cubano a perpetuar los abusos de Derechos Humanos sobre manifestantes pacíficos", ha señalado la directora de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros, Andrea M. Gacki.

Estados Unidos, que recrimina que se ataque a quienes defienden "la libertad y el respeto para los Derechos Humanos" en Cuba, señala en esta ocasión a Sotomayor y Martínez por su papel como jefes de las direcciones política del Ministerio del Interior y de la Policía Nacional, responsables por tanto en el despliegue de las fuerzas de seguridad que han atacado "violentamente" a los manifestantes.

Las Tropas de Prevención, conocidas popularmente como 'Boinas Rojas' e integradas en las Fuerzas Armadas, colaboran también en estas tareas de vigilancia y represión. Las autoridades norteamericanas le atribuyen al menos un enfrentamiento violento con un manifestante.

Desde la isla, el ministro de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez, ha respondido a través de Twitter mostrando su rechazo a estas "medidas oportunistas" lanzadas nuevamente desde Washington en esta ocasión contra los funcionarios del Ministerio de Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Según Rodríguez estas nueva batería de sanciones "reflejan la doble moral de un Gobierno acostumbrado a la manipulación y la mentira para mantener el bloqueo contra Cuba".

Cuba vivió a mediados de julio las mayores protestas de su historia reciente, en las que miles de personas salieron a las calles de distintas partes de la isla para reivindicar avances democráticos. El Gobierno de Miguel Díaz-Canel respondió acusando al de Estados Unidos de manejar los hilos de estas movilizaciones.