Cuba confirmó este sábado 1.026 nuevos casos de covid-19 y 12 fallecidos, un nuevo máximo de muertes desde el comienzo de la pandemia en marzo del año pasado, según el parte diario del Ministerio de Salud Pública (Minsap).

Con los nuevos indicadores, el país caribeño suma hasta la fecha 92.474 contagios y 512 fallecidos.

El Minsap comunicó que todos los positivos de hoy son autóctonos -excepto 22 casos importados-, diagnosticados al procesar 21.187 pruebas.

La cantidad de ingresados en los hospitales cubanos es de 25.592 personas: 4.845 casos activos -29 críticos y 35 graves-, 3.934 con síntomas sospechosos y el resto en vigilancia epidemiológica.

Por provincias, La Habana volvió a registrar más de la mitad de los contagios de la jornada con 574, seguida por la occidental Matanzas (150) y la oriental Santiago de Cuba (84).

En la capital cubana, con 2,2 millones de habitantes, rige un toque de queda nocturno y permanecen cerrados los centros educativos, restaurantes, bares y playas, entre otras limitaciones.

Sin embargo, la escasez derivada de la crisis económica obliga a que la gente salga a la calle y haga largas filas para adquirir alimentos y otros productos básicos, lo cual complica la contención de la transmisión.

Cuba desarrolla cinco candidatos vacunales contra el coronavirus, dos de los cuales -Soberana 02 y Abdala- están en la tercera y última fase de ensayos clínicos para evaluar su eficacia.

Se han puesto en marcha "estudios de intervención controlada" en La Habana y oriente para administrar de forma masiva esas dos fórmulas, incluyendo a 1,7 millones de personas en la capital.

Estos fármacos no tienen aún la autorización de uso de emergencia o registro, cuestión que las autoridades esperan lograr en el mes de junio a partir de los resultados preliminares de la última etapa de pruebas de Soberana 02 y Abdala.

El Gobierno cubano no ha adquirido vacunas en el mercado internacional ni forma parte del Mecanismo Covax creado con el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para favorecer un acceso equitativo a la inmunización en naciones de ingresos medios y bajos.