Conmoción en la pequeña localidadaustraliana de la costa sur de Nueva Gales del Sur, Tura Beach. Los habitantes de este pueblo que apenas supera los 3.000 residentes contemplaron el pasado domingo una auténtica matanza animal. Una veintena de canguros habían aparecido muertos en las calles de Tura Beach, algunos de ellos tirados en la carretera, en las aceras e incluso en los jardines del vecindario como se puede apreciar en la imagen de la siguiente publicación de Twitter.

Detectives attached to South Coast Police District are currently investigating the violent deaths of up to 20 kangaroos in suburban #TuraBeach, north of #Merimbula, on Saturday night https://t.co/rXhuenCpCDpic.twitter.com/egHVYyxqZd

— Breaking 247 (@Breaking_247) September 30, 2019

Los habitantes de la zona se quedaron impresionados por la sorprendente estampa y llamaron a la policía. “Vimos canguros agonizando, con los huesos rotos, que habían rasgado la carne, se notaba que los animales habían recibido impactos muy fuertes. Fue muy desagradable”, declaró una vecina a la prensa local.

Los medios australianos informan de que tres pequeños canguros fueron rescatados de la bolsa de sus madres muertas e informan de la conmoción que ha causado la noticia en la zona. ”La gente aquí ama a los canguros. Son parte de la población. La gente en sus casas se despertaron con cadáveres en el césped. La gente no se lo podía creer”, declaraba Janine Green, voluntaria de la organización benéfica de rescate y rehabilitación de vida silvestre Wires.

Las autoridades locales lograron identificar y detener al autor de la masacre, un joven de 19 años que durante la noche del pasado sábado atropelló con su coche a una veintena de canguros en menos de una hora. El detenido será juzgado el próximo més de noviembre por los delitos de maltrato animal con los agravantes de muerte y tortura, y se enfrentará a una pena de hasta cinco años de prisión y a una multa de 12.000 euros.