Todavía continúa el debate sobre la intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al señalar el asiento de Pedro Sánchez en la cumbre del G-20 y si se trataba de una broma entre los dirigentes o si Trump estaba “mandando sentarse” al líder del Ejecutivo español. Lo cierto es que han sido más contadas y más oficiales las críticas hacia España por parte del hombre a cargo de la Casa Blanca. En los últimos años, Trump ha abogado tanto por la unidad de España como ha alabado lo “fantástico” del país. Incluso su hijo, Donald Trump Jr. suele acudir de caza a la Sierra de Gredos, en Teruel, como ya ha hecho este mismo año.

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28 jun 2019 - 11:39

Sin embargo, ya desde la silla presidencial Trump, su gabinete atacó duramente a España tanto en política migratoria como en Derechos Humanos. En un informe publicado por el Departamento de Estado, el gobierno norteamericano criticaba con mucha dureza las condiciones de los CIEs en España, el trato a los inmigrantes que allí se acogen, dando voz a varias ONG y a ACNUR. Incluso criticaba la “sensación de impunidad” que emanaban los políticos españoles tras los varios casos de corrupción, haciendo mención concreta a la Gürtel y a la comparecencia de Rajoy ante el juez. Incluso él, a título personal, ha instado a España a construir un muro similar al que él prometió en la frontera con México. Pero las declaraciones más duras de Trump han sucedido antes de convertirse en presidente de los Estados Unidos.

En el año 2012, cuando la situación del Euro en pleno pico de la crisis económica en la Unión Europea, Trump calificó la economía española como un “absoluto desastre”. La mayoría de estas declaraciones las realizó desde su cuenta personal de Twitter, como nos tiene acostumbrados también en su etapa presidencial. Siguiendo la estela de la crisis económica, Trump calificaba España como “un lugar increíble, en un gran país, pero está enfermo, tiene fiebre, y hay que aprovechar este momento”, en referencia a las posibilidad de intensificar las inversiones económicas. Incluso utilizó los recortes en el gobierno español para descartar las iniciativas de energía eólica: “El gobierno español está cerrando los molinos de viento. Su mantenimiento es mayor que sus ingresos”.