A los 15 años Vicente Magro escribía teatro, pero se lo quedaba para él. Le apasionaba la Literatura y a la hora de elegir la carrera que iba a estudiar dudó entre Filosofía y Letras, para dedicarse a la Literatura, y Derecho. Pero los consejos de su padre le hicieron ver que primero debía estudiar Derecho, una carrera con más salidas, y luego Filosofía. Y comenzó por el Derecho. Un padre siempre es un padre. Al terminar Derecho no tenía ganas de comenzar con Filosofía y Letras porque ya preparaba las oposiciones a juez. Pero el magistrado Vicente Magro siempre tuvo el gusanillo de escribir novelas. Y ya lleva tres.

Maltrato psicológico, acoso y delincuencia sexual. De eso tratan sus novelas. La última, publicada estas Navidades, “Maldad inconfesable”, se refiere a la investigación sobre un violador en serie. Policíaca y jurídica. El magistrado es experto en temas de violencia de género y quiere dejar claro a COPE que todo es novelado, que nada está personalizado aunque son hechos que han sucedido y que, desgraciadamente, podrán volver a suceder. “Intento que el lector crea que lo que escribo es verdad, pero sin personalizar a nadie” nos cuenta.

Escribir le hace descansar, al igual que el deporte, y hace algo más de tres años decidió escribir novelas de carácter social para llegar a la víctima del delito. La víctima necesita ser escuchada, necesita sentirse acompañada. Durante su etapa como Presidente de la Audiencia Provincial de Alicante, entre 2001 y 2016, escuchó situaciones tremendas en la oficina de atención a las víctimas. Para este magistrado de la Sala Penal del Supremo escribir sobre Derecho es más fácil porque el hilo conductor está desde el principio, pasa por los hechos probados, los fundamentos jurídicos hasta llegar a la sentencia. “Una novela es más difícil, te sientas ante un folio en blanco, un ordenador en blanco, y te preguntas cómo sigue esto” nos dice. Lo primero que hay que hacer es encender el ordenador, la inspiración llega al sentarse ante el ordenador”.

Muchas personas se preguntarán cuando escribe un magistrado del Supremo, de la Sala Penal, si lo hace entre sentencia y sentencia. No es el caso. Magro escribe en sus ratos libres. Y la tercera novela la ha escrito en los primeros veinte días del confinamiento y en las vacaciones del verano. A primeros de septiembre estaba terminado. “Escribir novelas me hace oxigenarme como juez”, nos dice Vicente Magro.