Pedro Sánchez era recibido con aplausos reverenciales por su grupo parlamentario a la entrada del hemiciclo. Como el emperador romano que, victorioso después del fragor de la batalla, es vitoreado por su gesta. Un reconocimiento por los indultos concedidos a los líderes del ‘procés’ en la cárcel un tanto tímido, ya que no todos los diputados del PSOE estaban sentados en sus escaños. La diputada Adriana Lastra, portavoz del partido y maestra de ceremonias, iniciaba ese ritual de palmeo, agradecida, mientras el resto le secundaban con ordenada disciplina.

Y el Partido Popular, a modo de réplica, hacía lo propio con su líder Pablo Casado. No iban a ser menos. Competición de reconocimientos a nivel sonoro. Era el preludio del choque intenso que iban a protagonizar el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. De dos posiciones insalvables. La bronca y la gresca habitual, lejos de la concordia ––palabra ahora manida por el indultador presidencial––, entre uno y otro. Nunca estuvo tan lejos el PSOE del PP, ni el PP del PSOE.

Casado le exigía a Sánchez que, por dignidad, presentara su dimisión y sometiera la decisión sobre los indultos a los condenados independentistas “al juicio de los españoles”. ¿Cómo? Convocando elecciones. Aseguraba el popular que el jefe del Ejecutivo “se ha colocado en el lado equivocado de la historia, que no le absolverá” y después de acusarle de traicionar su juramento para defender la unidad y la igualdad entre españoles “para mantenerse en el poder”. “Si le queda algo de dignidad dimita hoy mismo. Ha engañado a esta Cámara y ha incumplido su juramento institucional”, remataba con la media verónica de su primera intervención el líder del PP.

Por su parte, Sánchez ha vuelto a defender que se trata de una medida “valiente, reparadora y en favor de la concordia y convivencia”, y le ha reprochado al líder de la oposición sus duras críticas. No solo a los indultos sino también a los empresarios o los sindicatos por respaldarla.

“Pero ¿usted quién se cree para hablar de una nueva España con 120 escaños que es el peor resultado electoral de un presidente en la historia democrática de España?”, ha exclamado Casado, reprochando a Sánchez su “retórica cursi de segunda transición”. A juicio de Casado, el presidente del Gobierno pisotea la “ley y la Constitución” e indulta por “utilidad privada”: "Sacar de la cárcel a nueve delincuentes a cambio de que no le saquen de la Moncloa".

El jefe del Ejecutivo ha replicado que “el verdadero Pablo Casado” sale cuando “se siente aislado”, “el faltón, el de los insultos” y le ha acusado no ya de insultarle a él sino “a todos”, hablando de una “platea subvencionada por los fondos europeos” o afirmando que no representan a nadie. Y ha defendido el respaldo parlamentario con el que cuenta. “Al menos, señoría, yo tengo más confianza en el Parlamento que usted y sus iniciativas parlamentarias”, le ha espetado al líder de la oposición.

Llegaba el turno de los independentistas, poco agradecidos, al hilo de sus declaraciones, por el gesto de “concordia” del Gobierno. El portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, aun así, ha valorado la “valentía” de Sánchez por indultar a los condenados por el 'procés', pero le ha dejado claro que ahora debe seguir dando pasos para acabar con la represión judicial y también con la 'Ley mordaza'.

“La pregunta es: ¿Ahora qué?”, ha apuntado Rufián. Tras cuestionarse si Sánchez ha concedido los indultos “por valentía o por necesidad”, ha incidido en que todavía hay “muchísima represión en Cataluña y fuera de Cataluña”. Sobre los planes que tiene el Gobierno, preguntado por el portavoz independentistas, le ha respondido Sánchez: “¿Cuáles tiene Esquerra, qué planes tiene el Govern?”. Les ha exigido a los independentistas, además, que defiendan el marco constitucional.

“Cada uno puede defender las ideas que considere, yo no voy a convencerles de que lo mejor no es la independencia sino la unión”, ha asumido Sánchez en su réplica a Rufián. “Lo único que les voy a pedir es que defiendan el pacto constitucional, la legalidad y el Estatuto de autonomía”, ha indicado el presidente.

Termina así la última sesión de control al Gobierno antes de las vacaciones de verano. Aunque, la semana que viene, Sánchez ha convocado a los diputados en la Cámara Baja para dar rienda suelta a sus argumentos y su propaganda redondista con motivo del indulto a los independentistas. Otra ración más de exagerada solemnidad.