"La extensión de las medidas hasta el 31 de diciembre no es asumida desde Moncloa como una autoenmienda ante una inflación duradera, sino que es vendida con la idea de proyectar la determinación de Pedro Sánchez en paliar la inquietud ciudadana", informa el jefe de Política de la Cadena COPE, Ricardo Rodríguez.

Despejada la cuestión temporal, su equipo se aferra en un paquete definido por ellos mismos como potente para marcar la agenda, con el apoyo a familias y empresas y a más sectores afectados, o con la rebaja selectiva de impuestos, como la bajada del IVA de la luz al 5%.

En principio, se va a aparcar el recargo fiscal a las grandes energéticas. Ese es el cuadro. Sin embargo, la negociación del texto ha desatado tensiones entre los socios, en medio de filtraciones y reproches de Yolanda Díaz por las cortapisas en el gasto de María Jesús Montero. Quedan apenas unas horas para descubrir todas las cartas de un Consejo de Ministros tras el que comparecerá el propio Sánchez.

El presidente del Gobierno, que ha comparecido en Bruselas al término del Consejo Europeo, ha asegurado que las medidas que incluirá el decreto, y que no ha querido adelantar, son "coherentes" con lo que se ha aprobado hasta este momento, apoya a sectores especialmente vulnerables y, en tercer lugar, incluirá rebajas "selectivas" de determinados impuestos.

"Sabemos que la inflación está alta, pero este Gobierno sabe muy bien para quién gobierna, sabemos muy bien que hay otros sectores que lo que quieren es mantener el 'status quo' y los privilegios, pero este Gobierno no lo va a hacer, sabemos para quién gobernamos y gobernamos para proteger a las familias que han devenido mucho más vulnerables como consecuencia del alza del coste de la vida", subrayó Sánchez.

El presidente del Gobierno afirmó que la situación económica de toda la UE ha sido "dañada" como consecuencia de la guerra, que ha devenido en un alza de los precios de la energía y de los alimentos, lo que está lastrando el coste de la vida de los ciudadanos.

Asimismo, defendió una vez más reformar "de manera estructural" el mercado eléctrico en Europa y desacoplar el precio del gas de la electricidad, así como impulsar un tope del gas en todo el mercado energético europeo.