Por vez primera, el pleno del Congreso de los Diputado ha aprobado la exhumación de Francisco Franco, cuyos restos reposan en el Valle de los Caídos. La decisión sigue estando en manos del Gobierno, pero ahora hay una petición de una amplia mayoría de la Cámara y sin votos en contra. Es una decisión que se adhiere a la Ley de Memoria Histórica, aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2007. Es, sin duda alguna, un tema delicado y que crea debate, y no está exento de dificultades. Para ello, hay que seguir una serie de trámites e ir cumpliendo una serie de fases, ya que la exhumación de Franco es solo uno de los pasos a seguir.

Cementerio público y cementerio religioso

Para entender los procesos de exhumación, hay que diferenciar primero, en términos administrativos, qué es un cementerio público y un cementerio religioso. En el Valle de los Caídos hay una serie de criptas, cuyas fosas albergan unos 30.000 cuerpos de caídos por ambos bandos. Estas están supeditadas al Derecho Administrativo, es decir, están consideradas como un cementerio público. Con lo cual, la exhumación de estos cuerpos no presenta tantas dificultades y el proceso de administración es mucho más rápido. Sin embargo, nos referimos a cementerio religoso al espacio que se ocupa en la propia Basílica -o cualquier templo religioso-, y que alberga los restos de Franco y de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española. Y, como tal, está bajo la jurisdicción de la propia Iglesia católica.

Pronunciamiento de la Iglesia

Existe un decreto del año 1957, en el que se señala que para que se produzca una exhumación de este tipo, tiene que haber obligatoriamente un pronunciamiento por parte de la Iglesia. El Valle de los Caídos, al ser Basílica, está supeditada a Roma, o sea, a la Ciudad de El Vaticano. La Iglesia española deberá gestionar diplomáticamente cómo llevar a cabo esta acción. Una vez se hable con Roma, deberá realizar un pronunciamiento acerca de si autoriza o no a que se exhume el cuerpo de Franco. En caso afirmativo, tanto Iglesia como Estado llegarían a un acuerdo oficial para dar luz verde a la exhumación. Si la Iglesia decide pronunciarse en contra, la otra opción que valora el Gobierno de Pedro Sánchez es la de suprimir el decreto de 1957, de tal forma que no tendrían en cuenta el pronunciamiento que haya hecho la Iglesia al respecto.

La familia Franco no puede oponerse a que saquen sus restos 

Otro de los temas polémicos. ¿No decide la familia del difunto en un asunto tan delicado como este? Se ha hablado largo y tendido durante estos días sobre si los familiares de Franco pueden oponerse a que saquen sus restos de allí. O si pueden tomar acciones legales o jurídicas contra el Gobierno. Técnicamente, lo único que puede hacer la familia de Franco en un proceso de estas características es pronunciarse para decidir dónde puede ser inhumado, pero no tomar parte en la decisión entre Iglesia y Estado. 

¿Será un proceso rápido?

Es probable que la exhumación de los restos mortales de Franco se lleven a cabo en cuestión de pocos meses, si el resto de los pasos se dan sin dificultades. Quizá, incluso antes de que termine el mes de julio. En todo caso, sería en un breve periodo de tiempo. Esto sería solo la primera fase. Sin embargo, una vez llevada a cabo esta exhumación, el Valle de los Caídos tendría que resignificarse o reclasificarse, ya sea a través de una gestora o un grupo independiente y bien constituido. Eso, sin duda, le llevará más tiempo al Gobierno de Pedro Sánchez, y podría alargarse hasta un año o más.