El confinamiento, como a la gran mayoría, hubiera podido cambiar su rutina, pero no ha sido el caso de Paco Torres. Este vecino de Isla Cristina está al frente de un restaurante en su población: “El estado de alarma nos pilla con las cámaras llenas de alimentos perecederos”, cuenta a COPE. 

A partir de ese momento le surge la idea de seguir trabajando. En principio iba a cocinar para un grupo de 15 ancianos que lo necesitaban, pero la iniciativa ha ido creciendo con el paso de los días: “El fin de semana se nos fue a 180 personas aproximadamente”.  Paco se levanta a las siete y media de la mañana. Acude a las lonjas y visita a diferentes proveedores que estos días le están suministrando los productos gratis. Sin ser su objetivo, ha creado una auténtica cadena de solidaridad en Isla Cristina: “Me quedo sorprendido. Cuando surgen cosas así ves que el corazón de los isleños se unen”.

Cuenta con el apoyo del Ayuntamiento, de empresas y de vecinos particulares. El propio Paco atienden junto a cuatro amigos, voluntarios, los pedidos. La organización es clave para evitar que la gente acuda en masa: “Tenemos unos listados y vamos dando una hora de recogida”.

La clave en su menú asegura que son los guisos: “De uno comen cinco, seis o siete… Es la mejor manera de dar comida”, explica. Pero sin descuidar a los más pequeños: “Hay un menú infantil e incluso otro para personas que son diabéticas”. Y si las circunstancias te impiden acercarte al bar, Protección Civil te lo lleva a casa. Todos perfectamente coordinados para que en tiempo de cuarentena no se quede nadie sin comer.