Los médicos que atendieron a la joven muerta tras una lipoescultura defienden su actuación

Los catorce médicos del hospital público Santa Lucía de Cartagena (Murcia) que atendieron a Sara Gómez, que falleció en 2022 en ese centro tras haberse sometido un mes antes a una lipoescultura en una clínica privada, han defendido su actuación al declarar como investigados en el juzgado de Instrucción que dirige las actuaciones.

Durante sus declaraciones, que se iniciaron la pasada semana y han concluido este viernes, todos ellos han coincidido en que en todo momento hicieron lo posible por mantener a la paciente con vida y que las perforaciones que presentaba no fueron detectadas hasta pasados seis días, según han indicado a EFE fuentes cercanas al caso.

Las fuentes han añadido que todos los investigados han respondido solo a las preguntas de la magistrada que dirige las investigaciones, al fiscal y a sus defensas, y han explicado que la evolución de Sara fue positiva en los primeros días, por lo que nada hacía prever el empeoramiento posterior de su estado.

Estas rondas de declaraciones tratan de determinar si la actuación médica prestada en ese hospital fue la adecuada y si pudo haberse salvado la vida de la paciente, ya que el informe de la autopsia señala que existió una demora en la atención asistencial.

Añade el documento que habría sido aconsejable realizar una laparotomía -apertura de la cavidad abdominal- a la llegada de aquella a ese centro para detectar de forma precoz la infección que luego se comprobó que sufría y que acabó con su vida.

El informe de autopsia indica, igualmente, que el retraso de cinco días en la primera intervención quirúrgica practicada en el centro hospitalario condujo a la producción de una peritonitis y a todas las consecuencias que era previsible que ocurrieran y que no fueron tenidas en cuenta en el momento de su ingreso.

La magistrada podría llamar a declarar en los próximos días al médico forense autor de ese informe, para que sea interrogado como perito.

En esta causa judicial, que se tramita por un presunto delito de homicidio por imprudencia, figuran como investigados el cirujano que realizó la lipoescultura, J.A.M., y el anestesista que intervino en la misma, J.G.V., así como los 18 médicos que en algún momento asistieron a la mujer en el citado hospital público, de los que 14 ya han prestado declaración estos días. EFE

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