La guerra entre Rusia y Ucrania mantiene en vilo a todo el mundo. Sobre todo, permanecemos pendientes por esas personas que han tenido que abandonar sus hogares con lo puesto y que están pidiendo ayuda ante la situación tan dramática que viven. No obstante, este terrible suceso también alcanza a la economía y a diferentes sectores en nuestro país, como al sector agroalimentario. Uno de los asuntos que preocupa esla subida del precio del cereal. Los principales mercados mundiales de cereales han vuelto a subir, apoyados en el contexto para el comercio mundial de materias primas, por este conflicto.

César Lumbreras, director de 'Agropopular', asegura que "la evolución de los precios de los principales cereales y del aceite de girasol a lo largo de los últimos días de la semana pasada y especialmente durante el lunes y el martes ha sido al alza. Sin embargo, este no es el principal problema al que nos enfrentamos en España por el conflicto entre Ucrania y Rusia". El problema de abastecimiento es el primero al que nos enfrentamos por esta situación, en palabras de Lumbreras, porque "una parte significativa de ellas viene de ambos países. Necesitamos buscar fuentes de aprovisionamiento ya que el mercado desde estos países está prácticamente cerrado".

Respecto a las consecuencias de la subida en los precios del cereal, que se encuentran en subida y en los mercados de las principales plazas internacionales, ha indicado que esto provoca que "los costes de producción de los ganaderos se vayan a disparar y que en el caso de los cereales y el girasol.. los consumidores nos tendremos que acostumbrar a que estos productos van a estar más caros. Los ganaderos tendrán que repercutir ese coste de producción que van a tener en los precios de las carnes, huevos y de la leche".

Este es el análisis que ha proporcionado César Lumbreras sobre este asunto, aunque más voces expertas se han pronunciado en COPE.es sobre este asunto.

Toño Catón es director del Departamento de Cereales de Cooperativas Agro-Alimentarias de España y ha realizado una fotografía de la situación que atraviesa el sector actualmente.

"España es un país que consume 36 millones de toneladas de cereal al año. Unos 3 millones de toneladas al mes. El cereal está subiendo alrededor del 30%", asegura. ¿Qué supone para nuestro país este conflicto y esta subida en el precio?

Primero, hay que saber que "de cada 3 millones de toneladas que consumimos, uno se tiene que traer de fuera. Somos muy deficitarios en la producción. Consumimos mucho más de lo que producimos por eso las importaciones son fundamentales para nosotros".

Los lugares a los que acude el sector agroalimentario español en busca del cereal es, sobre todo, la Unión Europea y el Mar Negro, con países como Hungría, Bulgaria... y además tenemos Ucrania y Rusia, siendo Ucrania el principal país que nos aporta maíz, aceite de girasol y la pipa de girasol. "Esto es importante porque todos los países que componen el Mar Negro (desde Marruecos hasta Oriente Medio, aunque nos referimos a Ucrania y Rusia principalmente) son los principales proveedores de trigo de la cuenca mediterránea".

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Cuando ha habido un incremento de los precios de las materias que uno utiliza, ha asegurado que han tratado de solventarlo "frenando el consumo aunque esto provoca que algunas ganaderías desaparezcan.. y eso también es un riesgo y un drama".

La mayoría de cereal que emplean es "para hacer pienso y alimentar a la ganadería aunque también lo utilizamos para hacer pasta y productos derivados de producciones más pequeñas. El destino fundamental del cereal que viene a España va para la fabricación de pienso para alimentar a los animales". Así, las consecuencias van más allá del consumidor de a pie. El ganadero también se enfrenta a serias dificultades para suministrar pienso a su ganado.

"DEPENDEMOS DE UCRANIA EN UN CULTIVO COMO EL MAÍZ, IMPORTAMOS UN 30%"

Pedro Barato, presidente nacional de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, ha asegurado que siguen el conflicto con preocupación por "el factor humano pero también el factor económico que nos afecta al sector agrario español y europeo. Tres datos: dependemos de Ucrania en un cultivo como el maíz, importamos un 30%. En torta y aceite de girasol, incluso más... pero estaríamos rondando el 30%. Esos dos productos los necesitamos mucho para alimentación animal fundamentalmente. Y luego también dependemos de Ucrania en fertilizantes que, previsiblemente, se vaya a encarecer una barbaridad".

Además, añadía que "las lonjas están marcando precios de récord, siendo muy volátiles en muchos mercados internacionales".

La dependencia del sector agrario español a Brasil y Sudamérica ya formarían, en palabras de Barato, "la tormenta perfecta". "Son consecuencias para el primer eslabón de la cadena, que somos nosotros... y si a eso le sumas el incremento de luz, de gasóleo. No podemos prescindir de la energía. Hay que ordeñar, regar y esto también tendrá consecuencias para el consumidor muy importantes".

Esperan que no haya falta de material porque, si esto ocurre, "la ruina ya puede ser tremenda". El sector no tiene forma alguna de anticiparse ni protegerse ante las pérdidas. Por ello, apelan al Gobierno y al ministerio de Agricultura para comenzar a tomar medidas al respecto. "En los próximos días, mantendremos una reunión con el ministro y con parte del Ejecutivo, donde pediremos que igual que en la pandemia ha ayudado a sectores, ahora le toca echar una mano al sector agrario de una forma eficaz".