Con Urdangarín en la prisión de mujeres de Brieva (Ávila), ahora la polémica se centra en las visitas de su mujer, la Infanta Cristina, sobre las cuales Instituciones Penitenciarias reconoce que no son como las de los familiares de las demás presas, según cuenta el diario El País.

Interior justifica el trato preferente a Cristina de Borbón por cuestiones de seguridad, según recoge dicho periódico, en respuesta a la pregunta del senador de Unidos Podemos, Joan Comorera.

El exduque de Palma ingresó en el penal de Brieva, donde es el único recluso varón, el pasado 18 de junio para cumplir la condena de cinco años y diez meses por el caso Nóos, por lo que ya ha pasado sus primeros cien días entre rejas.

La primera visita de la Infanta Cristina a su marido en prisión tuvo lugar el pasado 24 de junio, seis días después de que ingresara en la cárcel.

Según El País, la segunda y última visita que se conoce tuvo lugar el 8 de julio.

En su respuesta a Comorera, Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, habría expuesto que el trato preferente tiene como objetivo “evitar incidentes con los familiares de las reclusas”.