El Gobierno se pone manos a la obra para sacar adelante los presupuestos de 2024

El nuevo Gobierno de coalición, por boca de su presidente, Pedro Sánchez, y de su nueva portavoz, Pilar Alegría, ha garantizado que su prioridad desde el minuto uno es mejorar la vida de los ciudadanos y no alentar la confrontación, y por ello ha dado ya los primeros pasos para trabajar en los próximos presupuestos.

Unas cuentas públicas que ya se tramitan con retraso debido a la tardanza en la investidura de Pedro Sánchez y que pondrán a prueba la fortaleza de los diversos acuerdos que ha tejido el PSOE con sus socios de Sumar en el Ejecutivo y con las formaciones independentistas que han votado "sí" a la investidura, incluida la ley de amnistía.

La tormentosa salida de las dos ministras de Podemos -Ione Belarra e Irene Montero- ha planeado hoy sobre la primera reunión del nuevo Gabinete de Sánchez, cuyos 22 ministros se han encontrado una carta de su jefe en la cual les obsequia con una nueva versión de su "manual de resistencia".

"A la crispación responderemos con trabajo. Al ruido interesado, con diálogo y mano tendida. A la descalificación y el insulto, con una apelación sincera a la concordia y la convivencia que anhela la mayoría de la sociedad", es la receta del presidente.

En su estreno como portavoz del Ejecutivo, tras la primera reunión del Consejo y de su tradicional foto de familia, la ministra Pilar Alegría ha exhibido el "magnífico" ambiente que se respira ahora en la mesa ovalada del gabinete, donde es sabido que las relaciones entre las ministras de Podemos y Yolanda Díaz eran muy tensas.

Eso sí, sin citar expresamente a Belarra y Montero, Alegría ha agradecido el "magnífico trabajo" desempeñado por los ministros salientes y ha hecho gala de las "muchas ganas" e "ilusión" de los titulares de las 22 carteras por "ponerse a trabajar" con Sánchez al frente.

"Aportar soluciones y atender a todos los españoles" es lo que según la portavoz quiere su presidente, y no en vano en la misiva a sus ministros les ha resumido en una sola frase el mayor reto que tienen por delante: "Mejorar la vida de los españoles".

Pero frente a todas estas declaraciones de intenciones, el Gobierno tiene a una oposición cuyo principal partido cuenta con el grupo mayoritario del Congreso y el control del Senado, mientras el rechazo a Sánchez y la ley de amnistía se ha enquistado en la calle con multitudinarias protestas.

Por eso fuentes gubernamentales insistían hoy en que el PP "parece que quiere llevarnos a la polarización de la sociedad" para dejar claro que "ahí no nos va a encontrar".

Y aunque algunos "estén hiperventilando con que se rompe España y la Constitución los años pasan y aquí no se rompe nada" recuerdan estas fuentes, que inciden en la decidida apuesta del Ejecutivo por el "sosiego" y la "serenidad", tal y como subraya Sánchez.

En todo caso, el PP, que consiguió el mayor número de votos y escaños en las pasadas elecciones, tiene en opinión del Gobierno que "acostumbrarse" a que se aprueben leyes que no le gusten, como sucederá con la amnistía para los dirigentes del procés; es decir, que le toca reajustarse en el papel de oposición.

Y a los socios de investidura y ahora imprescindibles compañeros para que se aprueben los presupuestos del próximo año, un mensaje bien nítido de Pilar Alegría: "Lo que se acuerda, se cumple".

Otra cosa son los "palos en las ruedas", reconocen las mismas fuentes, que el PP pueda poner, especialmente desde el Senado, no solo a la amnistía sino también al proyecto presupuestario. Faltan todavía semanas para saber cuál será su alcance.