El estado de alarma decretado por el Gobierno para hacer frente al coronavirus ha frustrado los planes de muchos. “La rapidez en la evolución de los hechos, a escala nacional e internacional, requiere la adopción de medidas inmediatas”, por lo que “las personas únicamente podrán circular por las vías de uso público para la realización” de actividades espefícicas, dispone el real decreto para la gestión del COVID-19.

Desde antes incluso del sábado 14, los niños están en casa, el teletrabajo se ha instalado en los hogares y acontecimientos como las Fallas o la Semana Santa se han suspendido. Ante este escenario extraordinario, surgen dudas acerca de si se puede reclamar el dinero pagado por entradas a conciertos o si las compañías pueden pasar al cobro recibos íntegros por el comedor o actividades extraescolares.

La abogada Pilar Buendía, especialista en consumo y banca, explica que la regla general es que si el servicio no se ha prestado o no ha habido uso, el consumidor puede reclamar la devolución del dinero. Otra opción es que la empresa, para frenar el impacto económico, le ofrezca aplazar lo contratado, de forma que el cliente disfrutaría del bien o servicio en otra fecha. Esto es lo que se conoce como un aplazamiento. En todo caso, al consumidor le correspondería la última palabra, de forma que si rehusase, podría exigir la suma económica.

PALCOS DE SEMANA SANTA, CONCIERTOS Y EVENTOS DEPORTIVOS

La Semana Santa se ha trasladado a septiembre, pero muchas personas ya habían alquilado palcos para ver las procesiones que iban a salir en abril. Ante este escenario, el consumidor podría exigir la devolución del dinero, siempre que no aceptase la opción del aplazamiento. Lo mismo sucedería con las entradas de conciertos o a eventos deportivos que se han truncado debido a la expansión del virus.

GIMNASIOS, COMEDORES Y GUARDERÍAS

La abogada explica que los gimnasios deden reembolsar al usuario la parte proporcional a los días que no ha podido disfrutar del servicio, esto es, desde el 15 de marzo, que fue cuando comenzó el estado de alarma, hasta el 12 de abril, que es cuando, en teoría, finalizaría. Lo mismo sucedería con los comedores, guarderías y academias.

“Todos vamos a perder en este tipo de situaciones, no solo una parte”, considera Buendía. “Otra cosa es que ofrezcan la alternativa , por ejemplo, de impartir clases online y el cliente la acepte” , en cuyo caso debería pagar la cuota íntegra.

La abogada explica que en estos casos debe imperar el sentido común, por ejemplo, si el gimnasio cargase la cuota íntegra por el mes de marzo, se podría pactar una bonificación, es decir, que de la cuota de mayo descontase la parte proporcional de los días cobrados y no disfrutados.

HOTELES Y VUELOS CANCELADOS

Los hoteles del país han cerrado por el riesgo de contagio y, por tanto, los clientes pueden recuperar el importe de las reservas realizadas, dice la letrada. En cualquier caso, podrían llegar a un acuerdo con las empresas para aplazar la estancia.

Con respecto a los billetes de avión, las aerolíneas tienen que devolver al usuario todo el dinero si han cancelado los viajes. Algunas están ofreciendo la devolución o vales por el valor del vuelo para canjearlo en próximas ocasiones.

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En el caso de que sea el viajero el que se vea obligado a cancelar el transporte debido al estado de alarma, también podría reclamar el precio. Si se trata de un viaje “no estrictamente necesario”, es su obligación quedarse en casa.

LAS RECLAMACIONES DE FACUA

Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, la asociación dedicada a la defensa de los derechos de los consumidores, señala que desde que se conoció la pandemia han tramitado “multitud” de reclamaciones. “Hemos experimentado una avalancha de quejas, la mayor parte relacionadas con el sector aéreo, y otras con cuotas del gimansio, de la guarderia y de las academias”, confiesa a Cope.es

Sánchez explica que si los consumidores se enfrentan a un cobro indebido, primero deben presentar una reclamación ante la empresa por escrito. Si no responde, pueden dirigirse a los organismos de consumo de las comunidades autónomas o hacer todo el trámite a través de la entidad en el caso de ser asociado. La organización ha puesto en marcha una plataforma de afectados para reclamar gastos de aerolíneas, hoteles, comedores escolares, academias o gimnasios como consecuencia de la situación producida por el Covid-19.