El Fiscal le acusa de dos delitos de violación, otros dos de tentativa y varios delitos más de detención ilegal y agresiones.

Desde finales de 2016 hasta Abril de 2017, este violador repetía su método: raptaba a punta de pistola y devolvía luego a sus víctimas en un mismo lugar: la calle Arzobispo Morcillo, en las inmediaciones del Hospital de La Paz.

Sus objetivos: chicas jóvenes, cerca de los 20 años a las que amordazaba y tapaba los ojos para llevarlas a su piso de Segovia. Allí abusaba sexualmente de ellas durante horas antes de devolverlas a la misma calle de la capital, limpias para evitar dejar rastro de ADN que pudieran incriminarle. Lo consiguió con dos de ellas. Otras dos chicas pudieron escapar. En ese piso de Segovia fue detenido en Junio de 2017.

Calificado como un “monstruo delincuencial” por la Policía, Gallego está desde entonces en prisión provisional.  No es la primera vez que la visita. La conoce bien porque ya estuvo 21 años por 18 violaciones y 2 asesinatos, entre ellos el de la joven Leticia Lebrato, cometidos entre 1976 y 1993. Fue condenado a 273 años de prisión, pero sólo cumplió 21.

En 2013 quedó libre gracias a la doctrina Parot. Según la Policía, este violador y asesino perfeccionó su método de trabajo, pero no se realizó ningún tipo de seguimiento.

Su juicio está previsto que comience en la Audiencia Provincial de Madrid después del verano, el próximo 3 de Octubre.