España intentará que la Unión Europea asuma el Plan de Vacunación Solidaria aprobado este martes con el objetivo de que sea una “respuesta conjunta de solidaridad europea” y gestionado con la “eficiencia en la entrega” que garantiza la UE.

Así lo ha explicado en rueda de prensa la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, al ser preguntada por el Plan aprobado por el Consejo de Ministros y que será presentado a los demás miembros de la UE en el Consejo Europeo previsto de esta semana.

El plan subraya la importancia de facilitar la vacunación en los países más pobres y los grupos más vulnerables, como los refugiados y asilados.

González Laya ha explicado que, puesto que la UE ha comprado vacunas en exceso, estas “vacunas solidarias” deben salir de las compras realizadas por la Comisión y “que sea la UE, en nombre de todos los miembros, la que pueda canalizar la distribución”.

“Pensamos que por razones de visibilidad y eficacia es mejor que lo haga la UE”, ha planteado la ministra, quien ha añadido que la campaña de vacunación solidaria debería comenzar en paralelo con las vacunaciones en Europa y “sin esperar a fin de año”.

Si la UE no aceptara este plan del Gobierno y, solo “en último término”, España realizaría una entrega directa de las vacunas “porque nos parece que es mejor que los esfuerzos se hagan como UE, con la visibilidad de la UE y buscando la mayor eficiencia en la entrega, nos parece que está mucho mejor gestionado cuando está la UE”, ha dicho.

Según la ministra, la cuestión ya se abordó este lunes en el Consejo de Asuntos Generales y en Bruselas hay ya una discusión en marcha para articular la solidaridad europea en este tema, por lo que el Gobierno confía en que se pueda llegar a un acuerdo.

González Laya ha explicado que el plan español se alinea con las recomendaciones de la OMS de acceso universal y equitativo de la vacuna en el mundo, y está basado en los principios de “justicia, equidad y solidaridad” y en la convicción de que “nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo”.

Así, ha detallado que, en estos momentos, los 40 millones de dosis ya inoculadas lo han sido “en 50 países en el mundo, entre los que no hay ningún país pobre” y se calcula que “nueve de cada 10 de los 70 países menos favorecidos no tendrán acceso a la vacuna a menos que algo cambie”.

“La respuesta española no puede ser la indiferencia porque eso no protege la salud y la economía; es la solidaridad la que nos va a permitir proteger la salud de todo el mundo”, ha asegurado.

Así, el plan del Gobierno tiene como objetivo lograr el acceso equitativo a la vacuna a través de los esfuerzos multilaterales y con un enfoque integrado que implique también el refuerzo de los sistemas de salud de los países más pobres.

El plan fija como prioritario atender a “los más pobres, a las poblaciones de asilo o refugio y a los países prioritarios para la cooperación española que no puedan vacunar al 20 por ciento de su población por medios propios”, ha señalado.

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Preguntada por las acusaciones de falta de transparencia de la UE en el proceso de compra de vacunas, González Laya ha asegurado que, originalmente, se decidió que la compra de vacunas y la firma de contratos con las empresas productoras de la misma fuera gestionado directamente por la Comisión Europea por considerar que era “la mejor manera” y garantía de acceso equitativo en la UE.

“Tenemos plena confianza en que la Comisión está actuando en el mejor interés de todos los europeos”, ha asegurado la ministra, quien ha subrayado que “España está siendo informada puntualmente por la UE del acceso a las vacunas y de cualquier incidencia en el proceso”.

“No desconfiamos de la Comisión Europea, vamos a mantenernos fieles a la idea original de unir nuestros esfuerzos”, ha concluido.