Venimos contando desde hace días el empeoramiento de prácticamente todos los índices epidemiológicos. La incidencia se ha disparado en las últimas semanas, el número de contagios se ha incrementando, la presión hospitalaria lleva varios días ascendiendo. Una combinación que podría traducirse en un nueva ola como respuesta al levantamiento y la flexibilización de medidas restrictivas, desde la reapertura del ocio nocturno hasta el fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios interiores.

La situación hace un año

Según los informes diarios publicados por el Ministerio de Sanidad, si nos remontamos al pasado 6 de julio del año 2020, los indicadores eran bastante mejores a los que registramos hoy. Si bien es cierto que por aquel entonces aún no se había puesto en marcha la campaña de vacunación contra la covid-19, el virus todavía estaba presente y la presión hospitalaria seguía siendo muy fuerte.

Hasta el 6 de julio de 2020 se habían registrado 251.789 casos positivos por covid-19 y la incidencia acumulada se situaba en los 9,82 casos por 100.000 habitantes. Si comparamos con los datos que tenemos hoy sobre la mesa, la situación es bastante menos halagüeña. La incidencia es de 225,35 casos por 100.000 habitantes, 215,53 puntos más que hace exactamente un año. Desde entonces se han registrado 3.628.823 casos más, que se han sumado al cómputo global. Este martes son ya 3.880.612 personas las que se han contagiado con el virus desde que explotó la pandemia en nuestro país. En cuanto al número de fallecidos, hasta el 6 de julio del año pasado se habían registrado 28.388 fallecidos. Hoy España tiene que lamentar la muerte de 80.952 personas, según los datos del Ministerio de Sanidad, 52.564 más que hace un año.

En julio de 2020 habíamos abandonado el primer estado de alarma y la sociedad española afrontaba con esperanza los meses de verano tras estar durante largas semanas confinados en sus domicilios. A día de hoy, la incidencia sigue en ascenso, especialmente entre los más jóvenes, foco de atención de las últimas semanas. Hoy, por ejemplo, su incidencia acumulada triplica a la media nacional y las comunidades ponen en el punto de mira a estos grupos de edad, así como a la posibilidad de imponer nuevas restricciones para detener el avance del virus.

La vacunación, última barrera contra la "quinta ola"

Con el incremento de contagios, de incidencia e incluso de presión hospitalaria, las comunidades han intentado agilizar la campaña de vacunación, que ahora se centrará en los sectores más jóvenes de la población. A diferencia del año pasado, como ya hemos venido contando, la vacunación se ha convertido en el freno de emergencia frente a la "quinta ola" de la pandemia de la que muchos expertos están hablando ya. Un freno que el ejercicio anterior no teníamos todavía disponible.

Este martes, según los informes de Sanidad, son 19.530.228 personas con la pauta completa, un 41,2 por ciento de la población. La cifra asciende hasta el 56,3 por ciento (26.727.529 personas) con al menos una dosis. Ahora el debate está precisamente abierto en abrir la vacunación a los grupos diana de menos edad para detener los contagios entre los jóvenes. Ayer fue la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, quien aseguró en rueda de prensa que "tiene mucho sentido abrir" todos los grupos de edad. De hecho, Sanidad y las comunidades autónomas abordarán este miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud la posible vacunación generalizada de los menores de 29 años.

En cualquier caso, lo que está claro es que los datos de la pandemia de hoy son muy distintos a los registrados el año pasado a estas alturas del año. Ahora todos confiamos en que la vacunación a los sectores más jóvenes de la sociedad para volver a mantener la pandemia bajo control. Un control que en las últimas semanas, España ha parecido comenzar a perder.