El Tribunal Constitucional ha declarado que el estado de alarma que fue desde el catorce de marzo hasta el veintiuno de junio de 2020 fue inconstitucional. Argumentan que se suspendieron derechos fundamentales y que la figura jurídica que se debería haber empleado es el estado de excepción.

Antes de tomar la decisión de aprobar el estado de alarma, este debate tuvo lugar en el seno del Gobierno. Según informa El Mundo, el principal defensor del estado de alarma era Félix Bolaños, el ahora Ministro de la Presidencia era entonces Secretario General de Presidencia. En frente, defendiendo el estado de excepción se encontraba Carmen Calvo, por entonces Vicepresidenta primera del Gobierno.

Los argumentos de una y otra parte

Carmen Calvo, que es doctorada en Derecho Constitucional, defendía que la suspensión del derecho a la libre ciruculación solo tenía encaje en el estado de exccepción. Esta tesis, al igual que el fallo del Tribunal Constitucional, se fundamenta en el artículo 55 de nuestra carta magna. En el se establece que este derecho, al igual que otros, solo podrá ser suspendido "cuando se acuerde la declaración del estado de excepción o de sitio en los términos previstos en la Constitución". Frente a esto, Félix Bolaños apuntaba hacia el estado de alarma porque otorgaba una mayor rapidez de acción al Gobierno.

Esta supuesta rapidez del estado de alarma frente al de excepción se basa en el procedimiento de aprobación. El primero es aprobado por el Gobierno mediante un decreto. Una vez está en vigor, este debe consultar al Congreso de los Diputados. Se elude así el control parlamentario, pues este da su opinión sobre la medida a posteriori. En el segundo caso es el parlamento quien debe aceptar la solicitud del Ejecutivo para poder promulgarse. Existe un control parlamentario, la consulta es a priori. Ambos procedimientos se estipulan el el artículo 116 de la Constitución.

Bolaños le ganó el debate a Calvo

Pese a que era la opción incorrecta, el estado de alarma fue la opinión que se impuso y por la que acabó apostando todo el Ejecutivo. Tras este debate, el apodado fontanero de La Moncloa aumentó la confianza que Sanchez tenía en él. Informa El Mundo que fuentes del Partido Popular afirman que Bolaños era el máximo responsable del estado de alarma, y que era con él con quien debían negociar.

Aunque no hubiese disputas personales entre ellos, es público y notorio que tenían buena relación, el enfrentamiento ha terminado con Bolaños sustituyendo a Calvo en el Ejecutivo de Sanchez.