No llegan al 1% los indultos concedidos en los dos últimos años. 4.382 se pidieron en 2018 y sólo se concedieron 17, un 0,39%. Y al año siguiente se solicitaron 4.162 y se otorgaron 39, lo que supone un 0,94%. Los datos del Ministerio de Justicia reflejan que hay una tendencia a la baja en los últimos años a pedir el indulto, que se tiene que tramitar una vez que se solicita, lo haga el propio afectado o una tercera persona. Una medida de gracia regulada desde 1870 y contemplada en la Constitución. En el primer semestre de 2018 las solicitudes descendieron un 11% respecto al mismo período del año anterior. Y en el segundo semestre disminuyeron un 9%. Ese descenso se eleva en 2019 con un 14% menos en el primer semestre y un 21% menos en el segundo.

La gran mayoría de los casos en los que se ha concedido esta medida de gracia cuenta con el informe favorable del tribunal sentenciador o de la Fiscalía, de uno o de otro, un 98%. Y otras veces cuenta con el informe favorable de los dos, un 69%. Muchos son indultos parciales, bien para evitar ir a la cárcel o bien para reducir la pena, siempre en función de los informes. Y en alguna ocasión se da circunstancia de que el condenado no quiere ser indultado. En 2018 sólo se dio un caso, y en 2019 fueron 6 los penados que no querían.

Los indultos que se concedieron en los dos años fueron por delitos contra la salud pública y el patrimonio. Pero no se conceden cuando hay delitos de violencia de género o doméstica, contra la seguridad vial o delitos fiscales. No se conceden indultos por delitos de corrupción. Ni tampoco a los condenados reincidentes.