Los Mossos d'Esquadra han detenido a cinco hombres de entre 19 y 40 años por extorsionar a una empresaria de Cambrils (Tarragona), a la que exigieron una transferencia de 50 bitcoines, el equivalente a unos 2,2 millones de euros, a cambio de no difundir información de su compañía.

Los arrestados, de nacionalidad colombiana y armenia y vecinos de Valencia, están acusados de un delito de extorsión y han quedado en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez.

La investigación comenzó a finales de noviembre a raíz de la denuncia presentada por la administradora de un hotel de Cambrils, según ha informado este miércoles la policía catalana.

La mujer explicó a los Mossos que en septiembre unos individuos se habían intentado poner en contacto con los responsables de la empresa, primero a través de Correos y después a través de aplicaciones de mensajería, porque querían hacerles llegar documentación que supuestamente mostraba irregularidades cometidas por la compañía y les pedían una transferencia de 50 bitcoines a cambio de no hacerla pública.

Los responsables del hotel ignoraron las amenazas, aunque pasadas unas semanas recibieron un mensaje con fotografías del personal del establecimiento extraídas de las redes sociales.

Nuevamente recibieron un mensaje reclamando un único bitcoin -cada criptomoneda equivale a más de 44.000 euros- a cambio de no difundir la documentación de la empresa.

A finales de noviembre, tres hombres se presentaron en el hotel e intentaron quedar con la víctima, pero no lo consiguieron y contactaron con un trabajador, al que facilitaron un número de teléfono para poder negociar.

Después de este episodio, los individuos amenazaron de nuevo a la víctima, a la que dieron un ultimátum: si no negociaba, secuestrarían a uno de los trabajadores.

El pasado 2 de diciembre, el vigilante de seguridad del hotel alertó a la policía de la presencia de cinco hombres que preguntaban por los responsables de la empresa y que no se querían identificar.

Los agentes acudieron rápidamente al hotel, donde comprobaron que se trataba de las personas que habían intentado extorsionar a la administradora y los detuvo.

Posteriormente, un vigilante del hotel localizó en una papelera situada en el aparcamiento un arma que, según las primeras comprobaciones, era de aire comprimido, aunque parecía real.

Los cinco detenidos pasaron el 5 de diciembre a disposición del juzgado de guardia de Reus, que decretó su libertad con cargos.