En el PP siguen indignados por el desprecio que demuestra hacia ellos Pedro Sánchez. Este mediodía se han enterado a través de la rueda de prensa del Consejo de Ministros de que el presidente convocaba a Casado el jueves a un encuentro telemático para iniciar las negociaciones sobre esos segundos Pactos de la Moncloa. Los populares dejaban entonces en el aire su participación, cansados, decían, “de los desplantes y de los insultos del Gobierno”.

A media tarde se recibía en Génova, “por los cauces no habituales”, apuntan fuentes del partido, la confirmación sin más de esa reunión. Y ésta era la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del PP. El jefe de Gabinete de Casado, Pablo Hispán, ha llamado entonces por teléfono a su homólogo en Moncloa, Iván Redondo, para protestar por las formas y para exigir más detalles. Detalles que no han llegado.

En el PP desconocen la hora, el formato y el contenido de ese encuentro, por lo que no se dan por enterados. “Hay que coordinar agendas”, insisten, como se ha hecho siempre, y critican que Sánchez se crea el Rey. Pero esa arrogancia solo demuestra, subrayan, la escasa voluntad de pacto que tiene el presidente del Gobierno. La teoría de los populares se confirma cada día: el jefe del Ejecutivo solo les quiere utilizar para echar la culpa al PP de la desastrosa gestión de la crisis que está realizando. Quiere, vienen a decir, que miremos el dedo mientras señala a la Luna, o lo que es lo mismo, que se hable de este tipo de polémicas y no de los 18.000 muertos que se ha cobrado hasta ahora esta pandemia en España.

La portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, resumía lo sucedido con una frase: es un problema, subrayaba, “de formas, de mala educación y de respeto”. “Sánchez muestra un olímpico desprecio a todo lo que no sea él”.