"La amnistía es un paso imprescindible". Así de contundente ha defendido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la amnistía en su comparecencia en el Senado ante los barones del Partido Popular durante su intervención ante la Comisión General de Comunidades Autónomas. El dirigente catalán considera que conseguir establecer una Ley de Amnistía "no es un punto final", sino todo lo contrario, "un punto de partida de un camino que tiene un destino: que Cataluña vote sobre su independencia".

Un referéndum a la escocesa

Aragonès se ha mostrado convencido de que se acabará celebrando el referéndum. "Cataluña votará en un referéndum, estoy convencido. Por voluntad, por perseverancia, por democracia. Siempre con la mano tendida y siempre con las manos libres", ha recalcado al final de su intervención, íntegramente en catalán. En este sentido, ha puesto como ejemplo la vía de Escocia y ha pedido que en España se actúe de manera similar.

"Lo queremos hacer de forma acordada, de forma reconocida, con la participación de todo el mundo, para que sea la ciudadanía catalana la que decida, donde todas las opciones sean posibles si la ciudadanía le da el apoyo de forma mayoritaria", ha sostenido el presidente catalán durante su alocución.

Pide que se cumpla lo acordado con Sánchez

Pere Aragonès, que ha sido el primer presidente autonómico en intervenir en la comisión y después se ha ido sin escuchar a los demás, ha recalcado que la amnistía es "imprescindible" para "acabar con la causa general contra el independentismo", para continuar con el trabajo realizado en los últimos años y para "reconocer la existencia de un conflicto político que se va a resolver a través del diálogo" y la negociación. Además, ha hecho hincapié en que los acuerdos que salgan de esa negociación deberán ser "votados" por la ciudadanía de Cataluña, como acordó en su momento la Generalitat con el gobierno de Pedro Sánchez.

Asimismo, a quienes "se escandalizan" por una amnistía a los independentistas encausados, les ha recordado "los 6.000 indultos" que tanto el Gobierno de Felipe González como el de José María Aznar concedieron en su día, entre otros, a "condenados por corrupción o terrorismo de Estado", y ha evocado la ley de amnistía de 1977, que "impide investigar los crímenes de sangre de la dictadura".

Tras su intervención, el presidente catalán ha abandonado a toda prisa el antiguo salón de plenos del Senado sin esperar apenas al aplauso de los suyos y sin hacer declaraciones, un gesto que los presidentes autonómicos del PP han criticado por no quedarse a escuchar el resto del debate.