El líder de la oposición derechista de Albania, Sali Berisha, ha sido puesto bajo arresto domiciliario por acusaciones que lo relacionaban con actos de corrupción cometidos durante su etapa como primer ministro, han informado medios locales.

Un tribunal especial encargado de casos de crimen organizado y corrupción ha accedido este sábado a la petición de la Fiscalía de recluir a Berisha hasta nuevo aviso en su apartamento de Tirana, la capital albanesa, según la agencia de noticias ATA.

Entre las restricciones impuestas al exmandatario se han incluido, además, la reducción de las comunicaciones con los miembros de su familia.

Los fiscales que han solicitado el arresto domiciliario de Berisha han alegado que abusó de su poder cuando ostentaba el cargo de primer ministro en relación con la privatización del centro deportivo Partizani de Tirana, acción de la que se habría beneficiado su yerno.

No obstante, Berisha ha negado dichas acusaciones y sus abogados tienen previsto apelar la decisión del tribunal especial, que llega después de que el Parlamento albanés levantara el pasado 21 de diciembre su inmunidad, allanando el camino para una investigación penal.

En 1992, los albaneses lo eligieron como su primer presidente libremente elegido tras el colapso del régimen comunista. Más tarde, entre 2005 a 2013, desempeñó sus funciones como primer ministro del país. Además, Berisha dirigió también hasta 2013 el Partido Democrático de Albania (PD), cargo al que regresó el año pasado.

El exdirigente, de 79 años, forma parte de la lista de sanciones de Estados Unidos desde 2021 por sospechas de corrupción y vínculos con el crimen organizado.