La absorción de CO2 de los cultivos regados por el Tajo-Segura caería a la mitad si se reduce un 50% el trasvase
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El Scrats advierte que el incremento del agua desalada en detrimento del trasvase "supone un retroceso de esa labor de captación de CO2"
Los cultivos regados por el trasvase Tajo-Segura absorben cada año 1,2 millones de toneladas de CO2, una tasa que bajaría la mitad (hasta las 600.000 toneladas de CO2 anuales) en caso de que se cumpla la intención del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) de reducir un 50% los recursos hídricos del acueducto.
Así lo pone de manifiesto un estudio la Cátedra Trasvase y Sostenibilidad José Manuel Claver Valderas de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) cuyos resultados han sido divulgados este miércoles por el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez.
En concreto, Vázquez ha dado a conocer estos datos tras mantener un encuentro con el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, para abordar las conclusiones del estudio 'Balance de carbono de las zonas regables del trasvase Tajo-Segura' elaborado por la Cátedra.
El catedrático del área de Ingeniería Agroforestal de la UPCT y director de la Cátedra, Victoriano Martínez Álvarez, ha señalado que la reunión ha servido para analizar la importancia de los regadíos de la Región y, especialmente, de los del trasvase del Tajo-Segura como sumidero de CO2. Ha subrayado que el balance de CO2 de las actividades económicas "es algo muy importante" porque "vivimos en una situación de cambio climático".
"Cualquier actividad que favorezca combatir el cambio climático, como aquellas que son sumidero de Co2, tienen que ser potenciadas", según Martínez, quien ha explicado que la Cátedra Trasvase y Sostenibilidad José Manuel Claver Valderas de la UPCT, financiada por el Scrats, ha hecho un estudio sobre el balance de carbono en los regadíos.
El estudio determinó que los regadíos permitían absorber 1,2 millones de toneladas de CO2 al año, que evolucionaría a la baja con la incorporación de agua desalada. "Aunque la incorporación de agua desalada fuera del 100%, el regadío seguiría siendo un importante sumidero de CO2", ha precisado.
Ha afirmado que en la Cátedra siguen trabajando para determinar nuevas variables que "pueden ayudar a mejorar ese balance, como es la capacidad de los suelos para servir de sumidero de CO2 con distintos tipos de actividades agrícolas o de manejo de los cultivos". Cuando obtengan datos, se incorporarán al balance para tener cifras más actualizadas, según Martínez.
En este sentido, ha señalado que esas 1,2 millones de toneladas de CO2 equivalen a las emisiones de 160.000 personas y, teniendo en cuenta que la población de la Región es de 1,5 millones de personas, los regadíos del trasvase Tajo-Segura "tienen una capacidad de secuestrar el CO2 que emite más del 10% de la población".
Si se suman los regadíos que no son del trasvase, y que representan una cantidad equivalente a los del Tajo-Segura, esta cifra se elevaría al CO2 emitido por el 20% de la población. "Es decir, nos están ayudando mucho a mitigar las emisiones que realizamos con otro tipo de actividades", ha aseverado.
Ha afirmado que la tasa es de entre 5 y 20 toneladas de CO2 por hectárea, según Martínez, quien ha añadido que, si se reduce el terreno cultivado, caerá también la cifra de CO2 secuestrada. Ha precisado que los cítricos o los cultivos leñosos, en general, tienen mayor capacidad de retención de CO2 que los hortícolas.
"RETROCESO" EN LA LABOR DE SUMIDERO DEL REGADÍO
Por su parte, Jiménez ha recordado que la planificación hidrológica terminada hace un año en el conjunto del país "ha supuesto un recorte de una fuente de recursos para el Levante", como es el río Tajo.
"Todos sabíamos que era primordial, desde una perspectiva económica, pero ya advertíamos hace dos años, con este informe que había también una repercusión medioambiental", ha señalado. Todo ello hizo que el Scrats defendiera "con ahínco" la llegada del recursos del trasvase a la Región.
De hecho, ha recordado que el propio Plan de Cuenca del Segura mencionaba que se producirían "daños medioambientales" en el caso de que, finalmente, se produjera esa reducción a futuro de caudales para el Levante procedentes del Tajo.
Esos "daños medioambientales", según Jiménez, suponen el incremento de un recurso complementario como el agua desalada en detrimento de agua del trasvase "supone un retroceso de esa labor de captación o sumidero de CO2 que tiene el regadío", ha aseverado.
Jiménez ha señalado que la perspectiva económica que el Scrats hacía en la defensa del trasvase, "debe ser complementada, en este caso, con esa visión medioambiental".
En este sentido, ha anunciado que el Scrats se reunirá en breve también con los consejeros de Economía, Hacienda y Administración Digital, Luis Alberto Marín; y con el consejero de Educación, Formación Profesional y Empleo, Víctor Marín, porque el propio Plan de Cuenca y el Ministerio "amenaza con la destrucción" de empleo.
Con la reunión de este miércoles, el Sindicato inicia, por tanto, una labor de comunicación y trabajo tendente a "asegurar que no desaparezca empleo, que no se dañe más nuestra calidad medioambiental y también, por supuesto, que no se vea mermada esa opción de progreso económico para la Región con decisiones futuras".
Y es que, ha advertido, dentro de cuatro años "vamos a estar inmersos en otra planificación hidrológica" en la que, "si se le mete un tajo" al trasvase "similar" al que se le ha dado ahora, "ya no seremos sumidero de CO2, sino que nos convertiremos en otra cosa".
OBJETIVO: SER CLIMÁTICAMENTE NEUTROS EN 2050
Por su parte, Vázquez ha agradecido la continuación del trabajo de la Cátedra "por lo que significa a la hora de poner en evidencia, desde la evidencia científica, el papel que está jugando la agricultura en frenar esa desertificación que, como consecuencia del cambio climático, avanza a pasos agigantados".
Ha destacado que hay 55 millones de frutales en la Región de Murcia que, en este momento, "están frenando estos procesos de desertificación que afectan, de forma global, a todas las regiones de Europa y, especialmente, a las que más expuestas están, como es el sureste de la península ibérica".
En segundo lugar, ha remarcado que hay datos científicos sobre lo que está significando la agricultura como sumidero de CO2, y ha recordado el compromiso adquirido con la Unión Europea para ser climáticamente neutros en 2050. "Por tanto, debemos de ir avanzando todo lo rápido que podamos, en primer lugar, para tener datos constatables de emisiones y de captura de CO2", como sucede con el trabajo de la Cátedra, ha afirmado.
Ha afirmado que este estudio "también es importante porque demuestra el papel que ha tenido y que tiene el Tajo-Segura desde un punto de vista medioambiental". "Si en la Región somos un gran sumidero de carbono desde el punto de vista de la agricultura, es gracias al trasvase Tajo-Segura", según el consejero.
Las reducciones de caudales del trasvase que están "previstas" harían que las tierras regadas por el acueducto pasaran de 1,2 millones de CO2 secuestradas al año, a 600.000 toneladas, lo que representa un descenso del 50% y el equivalente a una ciudad con una población de 80.000 habitantes.
En tercer lugar, Vázquez también ha agradecido el trabajo a la Cátedra porque, en dos semanas, el Gobierno murciano --a través de su Consejería-- va a participar en Bruselas (Bélgica) en una sesión de la misión 'Suelos'. "Dependiendo del tipo de actividad que albergan, estos suelos contribuyen a la captación de CO2", según Vázquez, quien va a aportar a esta reunión el conocimiento alcanzado por las universidades de la Región y del CEBAS-CSIC.



